El documento de la OPS (23/03/25) ofrece una visión general de la creciente crisis de salud mental en las Américas, destacando el aumento de la prevalencia de los trastornos mentales, el incremento de las tasas de suicidio y el insuficiente acceso al tratamiento. Destaca el impacto económico y social de una salud mental deficiente y de la escasa inversión en servicios. El documento también pone de relieve el papel de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) para hacer frente a estos retos mediante el liderazgo político, las reformas de las leyes de salud mental y la ampliación del acceso a los servicios comunitarios. Detalla las iniciativas exitosas de la OPS en varios países y esboza planes futuros para fortalecer los sistemas de salud para la atención de la salud mental y los esfuerzos de prevención del suicidio en la región.

La salud mental: una barrera para el progreso social

La salud mental es crucial para el bienestar y el desarrollo, impactando todos los aspectos de la vida. Cuando la salud mental se deteriora, las personas no pueden prosperar, las inequidades se profundizan, las economías se estancan y las sociedades retroceden.

Los problemas de salud mental agravan enfermedades físicas como el VIH, el cáncer y la diabetes, lo que conduce a peores resultados y una reducción de la esperanza de vida de hasta 25 años. También impulsan el desempleo, la pobreza, la falta de vivienda y el encarcelamiento, generando efectos en cadena en hogares y comunidades.

El costo económico es abrumador: solo la depresión y la ansiedad le cuestan a la economía mundial $1 billón anualmente en pérdida de productividad. Sin embargo, invertir en salud mental ofrece enormes beneficios: cada $1 invertido en el tratamiento de la depresión genera $4 en ahorros y aumentos de productividad. Estudios regionales en Jamaica, Perú y Surinam confirman retornos de hasta 4,6 veces en 15 años.

Abordar la salud mental no es solo un tema de salud, sino un elemento esencial para el progreso social y económico.   

La ventaja de la OPS: impulsando el progreso en salud mental                                                             

Una red de especialistas en salud mental internacionales y nacionales: Con presencia de expertos especializados en todos los países y un historial exitoso de compromiso, la OPS está en una posición única para enfrentar los desafíos de salud mental en la región.

  Establecimiento de estándares para políticas de salud mental: El liderazgo de la OPS ha dado forma a las políticas de salud mental a nivel global y regional, desde la innovadora Declaración de Caracas en 1990 hasta la Comisión de Alto Nivel sobre Salud Mental y COVID-19 en 2023. Su Estrategia Regional para la Mejora de la Salud Mental y Prevención del Suicidio, junto con la colaboración con la OEA en una resolución de 2024 que vincula la salud mental con los derechos humanos, han proporcionado evidencia para abordar la crisis y han elevado la salud mental en las agendas políticas nacionales.

Creación de leyes modernas de salud mental: Con el apoyo de la OPS, países como Guyana, Bahamas, Paraguay, Argentina, Costa Rica, Panamá y México han aprobado nuevas leyes nacionales de salud mental. Los avances incluyen la protección de los derechos de las personas con problemas de salud mental y la creación de servicios de salud mental.

Ampliación del acceso a los servicios de salud mental: con la orientación de la OPS, varios países de la región han avanzado tanto en el acceso como en la descentralización de los servicios de salud mental, entre ellos:

En Argentina, la OPS capacitó a 800 profesionales de la salud para integrar trastornos de salud mental en los sistemas de atención médica y expandió los servicios a cinco nuevas provincias, logrando una integración del 100% en los centros de atención primaria de la capital de La Rioja.

Con el apoyo de la OPS, Paraguay amplió la cobertura de servicios de salud mental para 345.000 personas, capacitando a profesionales en 80 Unidades de Salud Familiar en trastornos mentales, neurológicos y por uso de sustancias.

Belice continúa descentralizando y expandiendo los servicios de salud mental con el apoyo de la OPS, lo que ha permitido alcanzar un 72% de cobertura de tratamiento para la psicosis, en comparación con el 18% de la región.

Desde la creación de la Sección de Salud Mental en el Campus Virtual de Salud Pública de la OPS, medio millón de personas han sido certificadas en diversos cursos sobre salud mental y prevención del suicidio. 

Reducción de muertes por suicidio: Gracias a la cooperación técnica de la OPS, las tasas de mortalidad por suicidio han disminuido en países con alta carga de casos. En Trinidad y Tobago, las tasas se redujeron en un 50% en los últimos 20 años, lo que se atribuye al apoyo de la OPS para expandir una línea de crisis, aumentar la capacidad de los servicios comunitarios de salud mental y capacitar a los profesionales de la salud para responder a personas con conductas suicidas. Además, se implementaron guías de medios para la cobertura responsable del suicidio y un innovador sistema de monitoreo de medios.

El camino a seguir: abordando la salud mental en las Américas

Para enfrentar la crisis de salud mental en la región, la OPS continuará reuniendo a gobiernos y actores clave para elevar la salud mental en las agendas del sector público y privado. A través del desarrollo de planes de acción multisectoriales y personalizados, la OPS proporcionará a los países una hoja de ruta clara para movilizar recursos e implementar estrategias efectivas basadas en evidencia.

La prevención del suicidio seguirá siendo una piedra angular de los esfuerzos de la OPS. Mediante planes nacionales basados en evidencia y acciones dirigidas a grupos vulnerables, la OPS trabajará con diferentes sectores gubernamentales y actores externos para lograr reducciones significativas en la mortalidad por suicidio.

Para ampliar el acceso a la atención, la OPS liderará iniciativas de capacitación a gran escala, equipando a comunidades y profesionales de la salud con las herramientas necesarias para brindar servicios de salud mental de alta calidad basados en la comunidad. Estos esfuerzos aumentarán la cobertura de tratamiento, permitiendo a los países atender las crecientes necesidades de salud mental de sus poblaciones.

Como la principal organización en el establecimiento de estándares, formulación de políticas e implementación de programas de salud mental en las Américas, la OPS sigue siendo el socio más confiable de la región para responder a la creciente necesidad en esta crisis.

 Puede visitar la pagina de OPS y encontrará artículos de interés sobre salud mental.

https://www.paho.org/sites/default/files/2025-03/mental-health-one-pager-spanish.pdf