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Revista del Hospital Psiquiátrico de
La Habana
Volumen 20 | Nº 1 | Año 2023 | ISSN: 0138-7103 | RNPS: 2030
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Carta al editor
Orientación para familiares de pacientes pediátricos con
trastornos del espectro autista desde la rehabilitación neurológica
Orientation to relatives of pediatric patients with autism
spectrum disorder from neurological rehabilitation
Marianne Sánchez Savigñón
1
1
Centro Internacional de Restauración Neurológica (CIREN), La Habana, Cuba
Recibido: 22/02/2023
Aceptado: 04/04/2023
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Estimado editor:
El término de autismo se usó por primera vez en 1911 para describir una desviación de la realidad y un
estado de remisión de algunas esquizofrenias severas y se establece como cuadro clínico para la
psiquiatría en 1943.
(1)
Calificado como un síndrome neuropsiquiátrico, los trastornos del espectro autista (TEA) se consideran
como un trastorno global del desarrollo que abarcan diferentes espectros, presentado en la quinta edición
del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-V), publicado en 2013.
(1)
Tiene
este síndrome, una condición prevalente, compleja, multidimensional y altamente heterogénea en
sintomatología, base genética y expresión clínica. En los últimos años han experimentado un aumento en
la prevalencia a nivel mundial.
(2, 3, 4)
Los TEA se inician en la infancia, siendo significativamente mayor en el sexo masculino.
(5)
Comprometen la interacción y comunicación social con comportamientos repetitivos, restringidos en
intereses y actividades y patrones de conducta estereotipados, manifestados en el habla, el movimiento
motor y el uso de objetos.
(4,6)
Tienen un origen neurobiológico, implican causas genéticas, ambientales y
del desarrollo del sistema nervioso central (SNC).
(6,7)
Se originan por una alteración funcional de la
corteza cerebral, que afecta fundamentalmente la función sináptica, el patrón de conexiones dentro y
entre columnas corticales. Estas alteraciones dañan la corteza prefrontal y sus conexiones, la principal
región encefálica implicada que regula la conducta social.
(8)
Los síntomas de hiperactividad e impulsividad son frecuentes y significativamente perjudiciales en los
pacientes pediátricos con TEA y se asocian con una amplia comorbilidad psiquiátrica del padecimiento.
(9)
Sumado un alto nivel de psicopatología que incluye la ansiedad, autoagresión, depresión, trastorno
obsesivo compulsivo, dificultades atencionales, tics, trastornos de la conducta alimentaria, problemas de
funciones ejecutivas, trastornos del sueño, entre otra amplia variedad de expresiones clínicas y
conductuales como resultado de las disfunciones multifactoriales del desarrollo del SNC que lo
caracterizan.
(6, 10, 11)
Los TEA son considerados una discapacidad con gran impacto en el desarrollo de las relaciones
interpersonales sociales y familiares. En el ámbito familiar pueden generar sobrecargas físicas y
emocionales, estrés, preocupaciones, frustraciones, miedo, culpa, desesperanza, desafíos cotidianos y
afectación de la salud mental en diferentes aspectos.
(12)
Estas afectaciones se traducen en la necesidad de
orientación para los familiares con el fin de promover el desarrollo inclusivo del infante con TEA, la
participación en la sociedad para proporcionar, tanto a individuo como a familia, una mejor calidad de
vida.
(1)
Existen variadas técnicas de intervención que pueden ser utilizadas por los profesionales en el trabajo
con las familias de pacientes pediátricos con TEA. En este aspecto, se puede concebir una estrategia
psicoeducativa con enfoque multi e interdisplinario para la atención especializada, donde intervienen
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variadas especialidades que participan en la rehabilitación neurológica (Psiquiatría, Psicología,
Neurología, Pediatría, Fisiatría, Medicina Holística, Enfermería, Educación Especial y Terapia Física).
En el equipo de trabajo también se incluyen los familiares que desempeñan un rol fundamental en la
estimulación y desarrollo de las áreas afectadas.
(13)
La estrategia psicoeducativa, se presenta como un proceso de intercambio continuo y dinámico,
orientado y dirigido por profesionales en el tema, con el propósito de proporcionar a los familiares las
orientaciones, informaciones, conocimientos, actividades, habilidades necesarias para afrontar las
situaciones que en la vida cotidiana se presentan, en torno al infante con TEA, además favorecen la
comprensión, atención y tratamiento de esta compleja patología neuropsiquiátrica.
(14)
En este sentido los profesionales que atienden a pacientes pediátricos con TEA deben enfatizar en la
orientación a sus familiares, para favorecer el desarrollo, disminuir y prevenir mayores alteraciones en la
salud y posibilitar una mejor preparación familiar en función de la inclusión educativa y social que
garantice la estabilidad emocional en general.
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