Autoestima y el riesgo de trastornos de la conducta alimentaria en estudiantes universitarios mexicanos
Rev. Hosp. Psiq. Hab. Volumen 22 | 2025 | Publicación continua
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vulnerabilidad a problemas de salud mental en comparación con sus pares de otras disciplinas
(29), es posible que el contexto de una universidad privada haya influido, ya que podría
asociarse con mayores recursos económicos y psicosociales para enfrentar situaciones
estresantes que afectan el bienestar emocional. (30)
Por otro lado, el estudio de Bautista-Jacobo y cols., se llevó a cabo en 2021, cuando aún
persistían restricciones sociales derivadas de la pandemia por COVID-19 (28). Diversas
investigaciones han señalado que, durante ese periodo, los estudiantes universitarios
estuvieron expuestos a un mayor riesgo de desarrollar problemas de salud mental. (31–33) Este
riesgo no solo se relacionó con la incertidumbre y el temor provocados por la contingencia
sanitaria, sino también con el estrés asociado a la transición abrupta del modelo educativo
presencial al virtual .(34–36)
A nivel internacional, un metaanálisis reciente que integró datos de 89 estudios (n = 149,629)
realizados en 40 países de Asia, Europa, África y América reportó una prevalencia del 20 %
de trastornos de la conducta alimentaria (TCA) en estudiantes universitarios. (9) Este hallazgo
evidencia que los problemas de salud mental relacionados con los desórdenes alimentarios y
la autopercepción corporal son comunes entre los jóvenes universitarios a escala global.
Los hallazgos de la presente investigación mostraron que los universitarios con autoestima
media y baja tenían mayor predisposición a padecer TCA. Además, hubo un patrón dosis-
respuesta entre ambas variables, lo que sugiere que a menor autoestima mayor es la
probabilidad de presentar dichos trastornos. Estos son hallazgos son consistentes con
evidencia previa realizada en estudiantes de diferentes países e incluso de diferentes áreas de
formación académica. Por ejemplo, un estudio realizado en mujeres estudiantes de medicina
en la India, mostró que un mayor nivel de autoestima se asoció marginalmente con menores
posibilidades de tener predisposición a padecer TCA.(21) En otro estudio realizado en mujeres
turcas de diferentes programas universitarios, se reportó que aquellas con baja autoestima
tenían 1,8 veces más posibilidades de tener predisposición al desarrollo de TCA. (37)
Asociaciones en la misma dirección han sido observadas en universitarios (hombres y
mujeres) de diferentes áreas de formación en China. (38)
Durante la etapa universitaria, la mayoría de los jóvenes se encuentran aún en un proceso de
consolidación de su identidad personal, propio de la llamada adultez emergente, lo que
implica que su personalidad puede no estar completamente definida.(39) Esta fase de
transición, caracterizada por una búsqueda activa de aceptación social y validación externa,
puede dar lugar a una autoestima inestable o baja, lo que su vez, pude llevar a sentimientos
de la insatisfacción corporal y a la internalización de ideales estéticos poco realistas. (40,41)
Asimismo, la presión académica, los cambios en las redes sociales y la toma de decisiones
importantes pueden provocar estrés crónico, especialmente en quienes tienen baja