Los accidentes de trabajo son eventos desafortunados que pueden tener repercusiones tanto
físicas como psicológicas para los trabajadores. Las secuelas psicológicas, aunque a menudo
menos visibles que las lesiones físicas, también son devastadoras y requieren un abordaje
integral para su manejo.(4,8)
Las consecuencias psicológicas de un accidente laboral pueden variar de manera considerable
a causa de diversos factores como la gravedad del accidente, la naturaleza del trabajo, el
contexto social y familiar del individuo, y su resiliencia personal. Entre las reacciones
psicológicas más comunes se encuentran el TEPT, la ansiedad, la depresión, y en algunos
casos, el desarrollo de fobias relacionadas con el entorno laboral.(15,19)
Por ejemplo, una persona que ha sufrido un accidente grave puede experimentar flashbacks
recurrentes de la situación, lo que puede conducir a una aversión hacia ciertas actividades o
entornos. Esto no solo influye en su salud mental, sino que también puede afectar su
desempeño laboral y sus relaciones interpersonales.(6,9,13)
El tratamiento de las secuelas psicológicas debe ir más allá de la mera atención sintomática;
debe abarcar diferentes dimensiones de la experiencia del individuo. Un enfoque integral
considera no solo el aspecto psicológico, sino también el social, físico y laboral de la persona
afectada.(2,7)
El primer paso en este abordaje es realizar una evaluación completa que incluya entrevistas
clínicas, cuestionarios estandarizados y la observación del comportamiento del individuo en
diferentes contextos. Esto permitirá al profesional de la salud mental comprender no solo los
síntomas específicos que presenta la víctima, sino también cómo estos interactúan con su
vida cotidiana y con su entorno laboral.(12,20)
Una vez realizada la evaluación, se puede implementar un plan de intervención que incluya
la TCC, terapia de exposición o incluso técnicas de relajación y mindfulness. La TCC es
sobre todo efectiva para el TEPT, ya que ayuda a los pacientes a replantear sus pensamientos
negativos y a desarrollar estrategias para enfrentar la ansiedad.(4,8)
De igual forma, la terapia de grupo puede ser útil, de manera que permite a las víctimas
compartir sus experiencias con otros que han pasado por situaciones similares. Este tipo de
apoyo social es determinante para disminuir la sensación de aislamiento que muchas veces
acompaña a las secuelas psicológicas de los accidentes laborales.(13,19)
Un componente esencial de este enfoque integral es la rehabilitación ocupacional. Esto
implica trabajar de manera directa con el empleador para facilitar la reintegración del
trabajador en su entorno laboral. En algunos casos, esto puede requerir ajustes razonables en
el lugar de trabajo, como cambios en las tareas asignadas o en el ambiente físico.(11,16)