Violencia de género y su relación con la depresión
Rev. Hosp. Psiq. Hab. Volumen 21| No 2 | Año 2024 |
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Estimada editora:
La violencia de género es un problema social que afecta a la integridad física y psicológica de las personas,
especialmente a las mujeres,(1) aspecto que también repercute notablemente en su desarrollo personal y
profesional para conseguir el equilibrio y ajuste psicológico. Tal es la magnitud de este tipo de violencia,
que forma parte de los Objetivos del Desarrollo Sostenible en la agenda de las Naciones Unidas, que tiene
que ver con promover la igualdad de género dentro de las estructuras familiares.(2)
Teóricamente, la violencia de género o violencia contra la mujer, se define como todo daño físico,
psicológico y sexual en contra de las mujeres, que es causado por sus parejas o terceros que viven dentro
o fuera del hogar.(3,4) Por otro lado, la depresión, entendida como un estado de ánimo que implica la
pérdida de la capacidad para el disfrute o placer por las cosas rutinarias o el interés por actividades durante
extensos periodos de tiempo, lo cual afecta a diversos aspectos de la vida que abarca desde las relaciones
familiares, amigos y las relaciones comunitarias. (5,6)
La violencia de género o doméstica se desarrolla en todo el mundo, tanto en los países de Europa, África,
Asia, Estados Unidos, América Latina y el Caribe,(7) es indistinta a cualquier condición sociodemográfica
y aspectos del acervo cultural. Esta violencia se expresa a nivel físico, sexual y psicológico; sin embargo,
la que tiene mayor prevalencia es la psicológica, pues se caracteriza por presentar conductas de insultos,
humillaciones, someterse a la voluntad de otras personas, especialmente la pareja,(8) y sus derechos están
subordinados a terceros, lo cual tiene una gran incidencia sobre su dignidad, amor propio, su integridad
psíquica y moral.
Todas estas formas de violencia de género tienen una repercusión singular en la autorrealización,
autonomía y bienestar psicológico de las mujeres.(9) Entre las consecuencias más notorias de la violencia,
se encuentran los problemas del humor y del afecto, como es la depresión (la más prevalente), ansiedad,
angustia y estrés. Diversas son las investigaciones que dan cuenta sobre la relación que tiene la violencia
contra la mujer con el estrés, depresión y ansiedad,(1,10) de igual forma, las acciones en contra de la
voluntad de las mujeres afectan a su proceso autónomo de libertad para tomar decisiones y sentido de
crecimiento personal en los países de bajos y medianos ingresos. (11,12)
En Perú, la igualdad de género aún presenta brechas importantes, relacionadas con aspectos laborales,
toma de decisiones y sobre todo la dependencia económica debido a la falta de trabajos para las mujeres.(13)
Debido a la crisis económica que se originó por la pandemia, muchas mujeres han perdido sus empleos,
en este contexto, tienen que soportar la violencia por considerar que el hombre es el sustento del hogar y
temor al sufrimiento de sus hijos. Estas condiciones hacen que las mujeres presenten problemas con su
bienestar psicológico y satisfacción con la vida, en algunos casos, a consecuencia de la angustia y
preocupaciones, se experimentan problemas psicosomáticos generalizados.(14)