Introducción
La insuficiencia renal crónica (IRC) se considera un problema de salud pública a nivel global que
afecta a alrededor del 10 % de la población adulta a nivel mundial1. Se estima que en el 2040 la IRC
sea la quinta causa de muerte en el mundo, uno de los incrementos estimados más llamativos entre las
principales causas de mortalidad en el futuro2. En Cuba la IRC también constituye un importante
problema de salud, dado que la incidencia de la enfermedad para los estadios 1-5 es de 9.6 % dentro de
la población, lo cual significa que uno de cada ocho adultos la padece.3
Los pacientes con IRC suelen presentar comorbilidades clínicas diversas que agravan su situación de
salud4,5, pero también cuentan comorbilidades psicopatológicas tales como ansiedad, depresión,
frustración e ira; condiciones que pueden complicar la salud del paciente, provocar un desarrollo más
rápido de la enfermedad y una pobre respuesta al tratamiento médico6,7,8; sin embargo, también pueden
poseer características psicológicas que actúan como factores protectores, dentro de las que se señalan
las emociones positivas9,10. A pesar de la evidencia que muestra que las características emocionales de
los pacientes con IRC pueden actuar como factores de riesgo o protección, las publicaciones acerca de
la emocionalidad en pacientes con IRC son insuficientes,10 mientras que en la revisión de la literatura
no se identifican estudios que elaboren un perfil de estos pacientes con este tipo de variables.
Diferencias en la respuesta a la enfermedad en ambos sexos
Los resultados de diversos estudios muestran diferencias en el afrontamiento de las enfermedades
crónicas en pacientes de ambos sexos. En un estudio se reporta que las mujeres utilizan con mayor
frecuencia un afrontamiento emocional que los hombres11. En este mismo sentido, se reporta que las
mujeres padecen más afectaciones emocionales y depresión que los hombres en respuesta a la
enfermedad crónica12,13, pero también comunican con mayor frecuencia estas emociones que los
hombres14. Por último, se encuentra que las mujeres responden con más frecuencia de forma evasiva
que los hombres ante la enfermedad crónica.15
Presente estudio
La importancia de este estudio radica en la necesidad de profundizar en la dimensión emocional de
pacientes con IRC con el propósito de contribuir al conocimiento de su emocionalidad e identificar con
base en estas variables, los grupos de mayor o menor riesgo. Esto puede contribuir a orientar los
esfuerzos dirigidos a brindar un apoyo psicológico que contribuya a la adherencia terapéutica, la
efectividad del tratamiento dialítico y el bienestar del paciente. En este contexto, el presente estudio se
propone como objetivo principal identificar perfiles de pacientes con IRC con base en variables
emocionales positivas (bienestar psicológico y emocionalidad positiva) y negativas (depresión e ira de
rasgo). En segundo lugar, dado que la mayor parte de los estudios realizados acerca de las diferencias
en la respuesta de ambos sexos a la enfermedad crónica se han realizado en culturas anglosajonas, en el