Personalidad, motivación y consumo indebido de drogas
Rev. Hosp. Psiq. Hab. | Volumen 15| No 1 enero-abril| 2018 |
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intrínseca por su profesión, se está haciendo referencia a que conoce sus contenidos
esenciales, pero además a que siente amor por ella y su satisfacción en esta esfera depende,
esencialmente, del éxito que logre en su desempeño.
Cuando se mueve por motivaciones extrínsecas es diferente a lo antes señalado, pues el
contenido de la actividad o relación de comunicación a la que se orienta no coinciden
exactamente con el contenido de la motivación. En este sentido, la persona puede incluso
conocer los contenidos esenciales de su profesión, pero su satisfacción con el desempeño
dependerá, en mayor medida, de factores externos a este, como pueden ser el reconocimiento
social, la retribución material, complacer a la familia, ser útil, etc.
No obstante, y dada la complejidad de la personalidad y de la motivación como núcleo de la
personalidad, a veces coexisten ambos tipos de motivaciones hacia una determinada
actividad o relación interpersonal. El individuo puede estar orientado hacia su profesión, a la
vez, por motivos intrínsecos (porque le gusta su contenido y por el placer que siente con su
desempeño) y motivos extrínsecos basados en razones externas, no vinculadas directamente
a su contenido (ser reconocidos, obtener determinado estatus económico, etc.). Si lo que
prima la orientación motivacional hacia la profesión son esas razones externas, es probable
que la competencia en este campo sea menos estable y efectiva que si también tuviéra fuertes
motivos intrínsecos.
Otra cuestión a destacar es que hay personas que tienden a un control de su conducta más
inmediato, son menos reflexivas, se conducen con una especie de "conformismo" ante lo
pautado desde fuera acatando de forma poco crítica lo que se les exige, tienen una visión
"presentista" de la vida dando valor especialmente a lo que ocurre en "el aquí y el ahora" y
preocupándose muy poco por el futuro, ante la idea de que "de todas formas llegará". Otras
personas que tienen una personalidad más estructurada, logran un control mediato e
intencional de su comportamiento, valorando de manera reflexiva, flexible y crítica las
diferentes contingencias de su vida para poder cambiar el rumbo, cuando así lo amerite la
situación. Estas personas se proyectan al futuro mediante planes u objetivos (por ejemplo,
terminar con éxito una carrera, ser competentes en su vida profesional-laboral, formar su
propia familia, cuidar de su familia de origen, encontrar la pareja ideal, velar por su salud,
etc.), los cuales se vinculan estrechamente a su identidad personal (lo que piensan de sí
mismos y la satisfacción que sienten con esta representación) y son personas que tiene un
adecuado desarrollo de la autocrítica.
En este sentido, una categoría esencial para el estudio de la personalidad y su caracterización
es la categoría vivencia, destacada por Vygotski(9) como categoría fundamental para
comprender la forma en que el medio externo-social afecta el sistema de necesidades y
motivos del sujeto y la actitud que adopta hacia la realidad. La vivencia, según Vygotski, es
la unidad de estudio de la personalidad y el medio, pues en ella se refleja el significado que
para cada persona tienen los acontecimientos que van ocurriendo y en los que se encuentra