Caracterización clínico-epidemiológica de pacientes pediátricos con diagnóstico de Trastorno del Espectro Autista
Rev. Hosp. Psiq. Hab. Volumen 20 | Nº 2 | Año 2023 |
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clínicas sutiles que aparecen en los primeros meses de vida son desapercibidas por especialistas, así como,
en otros casos está la conmutación diagnóstica. Lo antes citado conlleva a un diagnóstico tardío o
presuntivo que no se establece hasta los seis años, por ende, se desaprovecha la estimulación semiótica
primordial en el periodo más crítico del desarrollo correspondiente primera infancia.
Los estudios clínicos y epidemiológicos indican desde las primeras descripciones del autismo los TEA han
estado relacionados con el género masculino y existe clara evidencia de que se detectan y diagnostican
tardíamente en el sexo femenino.(12,13) Investigaciones realizadas en diferentes países han mostrado una
alta divergencia entre la proporción de varones/ hembras. Según la Asociación Americana de Autismo se
reportan tasas de 5 casos cada 10 mil nacimientos. (14,15) En este sentido el presente estudio arroja
coincidencias en cuanto a la preponderancia en el sexo masculino.
Los autores consideran que la forma de presentación clínica en ambos sexos varía, dado que existe una
infra detección en el sexo femenino, retrasos en el diagnóstico e incidencia de factores contextuales y
socioculturales.
En Cuba se muestran pocos estudios sobre la prevalencia de los TEA. El incremento en los últimos años
apunta a una mejoría en los programas de detección, según cifras oficiales del Ministerio de Salud Pública
de Cuba.(16) La tasa de incidencia es de 0,4 por cada 10 mil habitantes, en la provincia de Villa Clara, es
de 0,335 por cada 10 mil niños.(17) Se encuentra correspondencia con este estudio al constatar una tasa
similar de pacientes con TEA en el área José Martí de la provincia de Camagüey.
Los investigadores reconocen que esta cifra es muy baja con respecto a las tasas informadas en el mundo.
Aunque estos datos a nivel provincial permiten visualizar inter e entra local el problema en comunidades
concretas y estratificar estrategias combinadas de salud y programas de desarrollo sostenibles que ofrezcan
mejor calidad de vida a los pacientes con TEA, sus familias y el entorno donde se desarrollan.
Estudios prospectivos, muestra el pretérmino y la prematuridad asociados a un mayor riesgo de TEA,
aunque se considera que la etiología del síndrome hasta el momento no se encuentra establecida.(18)
Existen evidencia científicas que relacionan causas idiopáticas y secundarias o sindrómicas asociadas a
factores neurobiológicos, ambientales, perinatales y edad de los padres.(19)
Estudios disponibles sugieren que el origen de los TEA obedece a anomalías en las conexiones neuronales
con una etiología multifactorial. Se ha descrito la implicación de varios genes junto a la identificación de
factores de riesgo ambiental que interactúan entre sí y con el resto del genoma en cada individuo.(20)
El presente coincide con varios estudios al considerar dentro de los factores ambientales prenatales la
avanzada edad de los padres. En el examen muestral predominaron los factores ambientales, lo cual se
encuentra en correspondencia con lo antes referido.