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Revista del Hospital Psiquiátrico de
La Habana
Volumen 20 | Nº1 | Año 2023 | ISSN: 0138-7103 | RNPS: 2030
_____________________________________________
Artículo de revisión
Relación entre el autismo infantil y la microbiota intestinal
Relationship between Childhood Autism and Gut Microbiota
Iris Dany Carmenate Rodríguez
1
Conrado R. Álvarez Borges
1
Ailed Plasencia Díaz
1
Maury Clemente Molina
2
1
Hospital Pediátrico Provincial Docente José Martí. Sancti Spíritus.
2
Hospital Psiquiátrico Provincial. Sancti Spíritus.
Recibido: 20/03/2023
Aceptado: 11/04/2023
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Resumen
Introducción: Muchas enfermedades guardan relación con la microbiota intestinal por el papel que esta
desempeña en diferentes procesos fisiológicos. De su equilibrio depende el buen funcionamiento del
organismo en general. La ruptura del mismo influye en la aparición y exacerbación de enfermedades
mentales como el autismo infantil. Objetivos: Describir las características, composición funciones e
importancia de la microbiota intestinal así como el funcionamiento del eje microbiota -intestino
cerebro y su relación con enfermedades mentales como el autismo infantil.
Métodos: Se reali una revisión bibliográfica narrativa a través de una búsqueda en bases de datos
bibliográficas como PubMed, Lilacs, Google académico, Cumed. Se utilizaron descriptores en inglés y
español.
Análisis e integración de la información: Una vez revisada la literatura se resumen los aspectos
fundamentales en los que coinciden los autores con respecto a la microbiota y su relación con
enfermedades mentales como el autismo.
Conclusiones: Una alimentación adecuada refuerza una vez más la teoa de “Somos lo que comemos”,
mantener un equilibrio en los hábitos alimenticios garantiza un balance en la microbiota que ayuda al
buen funcionamiento del organismo. ltiples son las funciones de la microbiota y dentro de estas se
destaca su papel en el metabolismo y la inmunidad. Esta varía a lo largo de la vida y su desequilibrio
genera un desbalance de los neurotransmisores y así suscitan una serie de enfermedades que afectan al
individuo.
Palabras clave: microbiota, autismo, disbiosis, simbiosis
ABSTRACT
Introduction: Many diseases are related to the gut microbiota due to the role it plays in different
physiological processes. The proper functioning of the organism in general depends on the microbiota
balance. Its breaking influences the appearance and exacerbation of mental illnesses such as childhood
autism. Objective: Describe the characteristics, composition, functions and importance of the gut
microbiota, as well as the functioning of microbiota-gut-brain axis, and its relationships with mental
illnesses such as childhood autism.
Methods: A narrative literature review was carried out through a search in PubMed, Lilacs, Academic
Google and Cumed databases. Descriptors were used in English and Spanish.
Analysis and integration of information: Once the literature was reviewed, the main aspects in which
the authors agreed regarding the microbiota and its relationship with mental illnesses such as autism
were summarized.
Conclusions: An adequate diet once again reinforces the theory of “We are what we eat”; maintaining a
balance in eating habits guarantees a balance in the microbiota that helps the proper functioning of the
organism. There are multiple functions of microbiota, and within these, its role in metabolism and
immunity stands out. It varies throughout life and its imbalance generates an imbalance of
neurotransmitters, and thus causes a series of diseases that affect the individual.
Keywords: microbiota, autism, dysbiosis, symbiosis,
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Introducción
A lo largo de la historia son muchos los científicos que han puesto atención a la importancia de la flora
intestinal para tener una buena salud. La microbiota se define como una comunidad de organismos
incluidos virus, bacterias y unicelulares eucariotas que forman una gran muralla que recubre la mucosa
intestinal y cuya localización varía a lo largo del tracto gastrointestinal, aunque la mayoría se encuentra
en el intestino grueso. Los géneros de bacterias intestinales más comúnmente reconocidos son
Bifidobacterium, Lactobacillus, Bacteroides, Clostridium, Escherichia, Estreptococos y
Ruminococcus.
(1,2)
La microbiota está presente en todos los individuos desde antes del nacimiento, puesto que se empieza a
modular a través de la alimentación de la madre durante la gestación, siendo un entorno prenatal adverso
un riesgo para su equilibrio. El parto por a vaginal favorece el desarrollo y la proliferación de estas
bacterias. Así como, la alimentación de la madre durante la lactancia y durante la etapa infantil. De esta
manera, cada persona adquiere un perfil microbiano propio como si de un grupo sanguíneo se tratara.
(3)
Muchos factores inciden en el mantenimiento del equilibrio de la microbiota pero en los últimos años se
le ha dado mucho valor a la consciencia alimentaria donde mantener hábitos y estilos de alimentación
sanos es la base para lograr un buen estado de salud. El intestino sintetiza vitaminas y numerosas
sustancias como la acetilcolina, la melatonina, GABA, dopamina y además fabrica el 95% de la
serotonina, neurotransmisor que regula el estado de ánimo y bienestar psicológico. Este grupo de
sustancias son esenciales para la correcta comunicación entre las neuronas y el sistema de vigilancia que
regula los movimientos peristálticos.
(1, 4)
El eje intestino cerebro participa en esta relación y tiene una comunicación bidireccional. Existen
numerosos mecanismos por los que la microbiota puede afectar al cerebro, estos incluyen: la activación
del nervio vago, la producción de antígenos microbianos, la producción de metabolitos, es decir ácidos
grasos de cadena corta y la comunicación entero-endocrina. A través de estas vías de comunicación el eje
controla procesos fisiológicos centrales como la neurotransmisión, la neurogénesis y la neuro
inflamación. Es así, como se pueden presentar diferentes trastornos si este equilibrio se fractura.
Los neurotransmisores y la afectación del triptófano uno de los elementos básicos para su producción
justifica la hipótesis de que muchos trastornos de ansiedad y depresión pueden presentarse. De igual
manera el comportamiento disruptivo en niños con trastornos del espectro autista se hace notable pues la
disbiosis intestinal es frecuente en estos casos y la degradación de algunos alimentos de manera
incompleta son la razón por la cual el niño se muestra irritable, ensimismado, enajenado, repetitivo y con
comportamientos llamativos que se alejan de la norma.
(5,6)
El hecho de que la población en general tenga dominio de temas relacionados con la microbiota y la
salud mental es de sumo interés ya que motivaría a la búsqueda de factores que sean protectores y
contribuyan al fortalecimiento de esta microbiota. La práctica de una dieta saludable desde etapas
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tempranas de la vida es sin dudas algo que está en las manos de todos. Es así que los autores deciden
realizar esta revisión bibliográfica con el objetivo de describir las características, composición,
funciones e importancia de la microbiota intestinal así como el funcionamiento del eje microbiota -
intestino cerebro y su relación con enfermedades mentales como el autismo infantil.
(5)
Métodos
Se realiuna revisión bibliográfica temática a través de una búsqueda en bases de datos bibliográficas
como PubMed, Lilacs, Google académico, Cumed. Se utilizaron descriptores en inglés y español.
Análisis e integración de la información
Mantener una buena salud requiere de trabajar en factores de prevención y promoción y enfocarse en
llevar un estilo de vida saludable. La dieta y una alimentación sana demandan de un esfuerzo individual
y centrarse en los elementos que pueden afectar la microbiota será una meta para evitar los desequilibrios
de la misma y garantizar de esa manera un buen funcionamiento. El estilo de vida influye en la calidad
de la salud. Un estilo de vida poco saludable potencia un círculo vicioso de estrés, ansiedad, insomnio y
depresión que desencadena una rdida de orden en el individuo, inhibiendo la motivación por el
ejercicio físico y los hábitos saludables y potenciando los hábitos xicos, como el consumo de drogas,
alcohol y tabaco.
El conocimiento de los factores y comportamientos que puedan ser beneficiosos para el mantenimiento
de la salud en general es la base para que las personas puedan aplicarlo. Si se logra concientizar con una
base científica demostrada y con elementos claros, las personas tomarían más conciencia de lo
importante que es contribuir desde lo personal en la salud individual. Si bien se conoce que múltiples
factores influyen en la formación y conservación de una microbiota saludable no cabe dudas que la
influencia del tipo de parto vaginal y la leche materna permanezcan como factores protectores para el
desarrollo final de la microbiota del adulto.
(7)
Microbiota intestinal
No existe un lugar en el planeta tierra donde no se encuentren bacterias. El conjunto de bacterias y
microorganismos presentes en cada hábitat se conoce como Microbiota. Al interactuar con estos
microorganismos se introduce el término de Microbioma. El estudio de la Microbiota se inició con
Leeuwenhoek a mediados del siglo XVII con la observación de los primeros microorganismos.
(1,8)
La microbiota intestinal es el conjunto de millones de microorganismos vivos ubicados en el tracto
gastrointestinal. Es indispensable en múltiples funciones del organismo, regulación de la inmunidad, en
aspectos nutricionales y procesos de inflamación sistémica entre otros. La disbiosis es la alteración del
equilibrio de la microbiota normal, debido a cambios en la composición, funcionamiento, orden o su
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distribución; esta ruptura predispone al individuo a la adquisición de enfermedades gastrointestinales,
alérgicas y metabólicas, neuropsiquiátricas, entre otras.
(8, 9)
La microbiota intestinal sana se define a partir de la presencia de grupos de microorganismos que
potencian el metabolismo del huésped. Estos microorganismos le confieren resistencia ante las
infecciones, así como ante procesos inflamatorios y frente al desarrollo de neoplasias o autoinmunidad.
Además, favorecen las funciones endocrinas y colaboran con la función neurológica a través del eje
intestino-cerebro. La microbiota intestinal consta de numerosas bacterias, virus y hongos que viven en el
contenido intestinal (masa fecal), así como en el moco que cubre la mucosa intestinal. Estos dos bitats
constituyen dos ecosistemas comensales microbiogicos separados, que tienen diferentes funciones en la
interferencia entre ellos y el organismo del huésped. En la actualidad, se han identificado más de 1000
géneros de bacterias intestinales.
(5)
Composición de microbiota
El desarrollo fetal humano transcurre en la cavidad uterina la cual se considera un ambiente
relativamente estéril. La composición de la microbiota varía a lo largo de la vida de una persona. El
tracto digestivo de los recién nacidos es rápidamente colonizado por microorganismos provenientes
principalmente de la madre y su composición varía en función del tipo de alimentación del recién nacido.
Al momento del parto, la rotura del saco amniótico y posteriormente el contacto con el canal vaginal y la
flora fecal, realizan las primeras siembras de microorganismos. La población microbiana del recién
nacido también se adquiere con el contacto "piel a piel" y el medio ambiente que lo rodea.
Al iniciar la lactancia materna exclusiva durante la primera hora y hasta el tercer a de vida, el recién
nacido es colonizado en mayor parte por Bifidobacterium; debido a la alta concentración de
oligosacáridos de la leche materna (OLM) que actúan como prebióticos para el crecimiento de estas
cepas; generando un ambiente favorable y garantizando el desarrollo normal del sistema inmune. La
microbiota intestinal del niño alimentado con leche materna tiene presencia de Lactobacilos que
garantiza recuentos bajos de anaerobios, Bacteroides y enterobacterias.
(2, 10)
Otras especies aparecen después con la alimentación complementaria como Firmicutes, Bacteroides,
Ruminococcus, Clostridium, Veilonella y Prevotella. Desde el sexto mes y luego del segundo año de vida
hay un incremento por la introducción de la alimentación complementaria así como la dieta familiar y a
la exposición a factores ambientales; la microbiota experimenta aumentos de la cantidad y calidad de sus
especies bacterianas y cepas, al final de este periodo se logra una composición estable que mantendrá
hasta la edad adulta. Algunas situaciones promueven una disminución en la abundancia y diversidad de
la microbiota por ejemplo, el uso de antibióticos en etapas tempranas, el aumento en las tasas de
nacimientos por cesárea y la alimentación con leches de fórmula en vez de leche materna, se asocian al
desarrollo precoz de enfermedades alérgicas como asma, dermatitis, y enfermedades crónicas como
obesidad.
1, 11
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Funciones de la microbiota
Ayudan a la transformación de fibra dietética o mucopolisacáridos en azúcares simples, ácidos grasos de
cadena corta y otros nutrientes que pueden ser absorbidos. Producen vitaminas K, B12 y ácido lico y
contribuyen al metabolismo y recirculación de ácidos biliares así como transformación de carcinógenos
potenciales como los compuestos N-nitroso y aminas heteroclicas. La síntesis de vitaminas es una de
las funciones principales al igual que la absorción de iones (Ca, P, Mg, Fe). Favorecen la degradación de
sustancias cancerígenas y mutágenos los cuales resultan tan dañinos al ser humano. Participa en la
activación de algunos compuestos bioactivos como los fitoestrógenos. Su función protectora es uno de
los que más se destaca.
Las bacterias intestinales también son capaces de producir distintos neurotransmisores, como, por
ejemplo; serotonina, GABA. La serotonina es un neurotransmisor mono amina implicado en muchas
funciones cerebrales y modula muchos mecanismos fisiológicos; como el estado de ánimo, el sueño, el
dolor o el comportamiento sexual. Su desregulacn podría producir desórdenes psiquiátricos. Como se
ha descrito, la mayor parte de la serotonina se produce mediante las células enterocromafines a partir del
triptófano; la actividad de estas células está promovida por la actividad de los ácidos grasos de cadena
corta producidos por bacterias intestinales.
(12,13,14)
Eje intestino-cerebro
El eje intestino-cerebro (o cerebro-intestino) es el nombre que recibe el conjunto de as de
comunicación entre estos órganos. En una conexión de tipo bidireccional, pues el sistema nervioso
central envía información al intestino por vías neurógenas (nervio vago, o mediante mediadores solubles,
entre ellos hormonas, neurotransmisores y citoquinas). Cambios generados a nivel intestinal pueden
modular la función central utilizando similares estrategias de comunicación. En individuos sanos, el flujo
de información entre intestino y cerebro es constante, al permitir la regulación de eventos tan cotidianos
como la sensación de saciedad.
(5, 15,16)
El correcto funcionamiento del eje es vital en el mantenimiento de la homeostasia. Cuando el
funcionamiento no es óptimo puede ser la causa de múltiples desórdenes metabólicos y mentales.
16
Una
vez más se refuerza lo expuesto en la literatura relacionado con el papel regulador de este eje.
Existen varias vías que son fundamentales para garantizar esta comunicación: el nervio vago, la a
sistémica a través de la liberación de hormonas, metabolitos, neurotransmisores y el sistema inmune por
la acción de las citocinas. El eje en su conjunto está formado por la microbiota, el sistema nervioso
entérico, sistema nervioso aunomo, el sistema neuroendocrino, el sistema neuroinmune y el sistema
nervioso central.
(5, 17)
El nervio vago constituye una de las principales vías para transmitir información desde la microbiota
hasta el sistema nervioso central. En diferentes estudios se ha evidenciado cómo el comportamiento varía
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en ausencia del nervio vago lo que justifica que no pueda ser transportado hasta el sistema nervioso
central el ácido gamma amino butírico, uno de los principales neurotransmisores inhibitorios por
excelencia. Por otro lado las neurohormonas se liberan desde las células neuroendocrinas del intestino y
actúan directa e indirectamente en la modulación del comportamiento. La serotonina se produce en un
90% en el intestino y estará regulado por la microbiota.
(5, 12, 14)
Alteraciones en la microbiota y su vinculación con otras enfermedades mentales
Existe comorbilidad entre enfermedades gastrointestinales y algunos trastornos del sistema nervioso
central. Por ejemplo, la evidencia clínica indica que los trastornos afectivos se presentan con frecuencia
en conjunto con desórdenes gastrointestinales, como diarrea o dolor abdominal. De igual manera se ha
descrito que pacientes con problemas digestivos o consultan por malestar gastrointestinal se encuentran
signos de ansiedad y depresión con más frecuencia que en la población general.
(14, 18,19)
En los últimos años se ha observado un aumento en las publicaciones científicas que postulan la disbiosis
como un factor implicado en el desarrollo de enfermedades neuropsiquiátricas. Se explica que una
microbiota disbiótica sobre todo cuando está disminuido el número de lactobacilos y bifidobacteria
puede conducir a un aumento de la permeabilidad de la barrera intestinal. Esto produce una translocación
bacteriana desde la mucosa intestinal hacia los ganglios linfáticos y el torrente sanguíneo lo cual estimula
la producción de citoquinas inflamatorias circulantes. Las citocinas liberadas tienen su efecto negativo
sobre el sistema nervioso central donde se produce una reacción neuroinflamatoria de la microglia
produciéndose así síntomas neuropsiquiátricas.
(17)
La enfermedad de Alzheimer parece estar asociada a la ruptura de este balance en la microbiota intestinal
ya que el cerebro es capaz de generar una respuesta inmune frente a diferentes detonantes principalmente
microorganismos patógenos que se hacen presentes ante estos estados de neuroinflamación. En estos
estados neuroinflamatorios la microglia libera al torrente sanguíneo citoquinas proinflamatorias que se
vinculan con el acúmulo en el cerebro de sustancias que inciden en la disfunción sináptica y en la
aparición de desórdenes mentales.
(8, 17)
El autismo infantil y su relación con la disbiosis intestinal
El autismo infantil hoy reconocido como trastornos del espectro autista se presenta en un grado de
variabilidad clínica según la intensidad de los síntomas y las necesidades de apoyo. Es uno de los
trastornos infantiles en los que la comunidad científica centra su atención. Muchas son las causas que se
invocan pero sobre todo el estudio se ha enfocado en la búsqueda de aquellos factores que parecen estar
relacionados con la exacerbación de la sintomatología y los cuadros de descompensaciones. Muchos
estudios realizados han descrito variaciones en la composición de la microbiota intestinal. Como por
ejemplo el realizado en la Habana que evidenció la presencia de gran cantidad de síntomas
gastrointestinales en niños con trastornos del espectro autista.
(20)
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La caracterización de niños con trastornos del espectro autista ha aportado que entre el 40 y el 70 %
de los pacientes manifiestan trastornos digestivos entre los que destacan las diarreas, estreñimiento,
vómitos, trastornos de alimentación, enfermedades por reflujo gastroesofágico y dolor abdominal. Es así
se ha planteado que en niños con esta disbiosis y con predisposición genética para el autismo pueden
desarrollar o facilitar su expresión fenotípica o agravar los síntomas conductuales como agresividad,
irritabilidad y aislamiento.
(11,13)
Los autores consideran que en los pacientes atendidos en la consulta provincial de autismo se observa
con frecuencia la aparición de manifestaciones digestivas que provocan cambios conductuales
importantes como agresividad, síntomas regresivos, irritabilidad, caprichos y cambios en la rutina
alimentaria. En estos casos las respuestas han sido positivas con el ajuste de la dieta de los pacientes y la
administración antimicóticos vía oral como la nistatina y el fluconazol.
En un estudio realizado en Sancti Spíritus se caracteri a la población infantil con autismo, y casi la
totalidad de estos niños nacieron por partos distócicos por cesárea. Por lo tanto si la primera siembra de
microorganismos ocurre en el momento del paso por el canal del parto ya desde ese momento se afecta la
microbiota intestinal en niños nacidos por cesárea.
(21)
Muchos estudios dedicados a caracterizar a niños con autismo han descrito en sus manifestaciones
psicopatológicas los trastornos del sueño y si bien no hay evidencias de una asociación directa entre la
microbiota intestinal de estos nos y los trastornos del sueño. Más del 90 % de la serotonina se produce
en el intestino, por lo tanto en niños disbióticos se afectará este neurotransmisor y su metabolismo lo cual
abre el campo de la investigación para abordar estas posibles asociaciones.
(22,23)
En un ensayo clínico realizado se observaron resultados muy alentadores en relación a propuestas de
tratamientos que involucran los cambios o trasplantes de microbiota fecal. A los niños trasplantados se
siguieron durante dos os. Al inicio del estudio un número importante de ellos manifestaba síntomas
graves del autismo y luego del tratamiento muchos pasaron a síntomas leves o moderados. Se evidenció
además mejoras en los síntomas gastrointestinales y comportamentales. Los autores de este estudio
demostraron la eficacia del trasplante de microbiota fecal y dan sugerencias o proponen un ensayo a
doble ciegas con placebo en el futuro.
(24)
La dieta y el uso de prebióticos o probióticos
Como se ha tratado en la revisión, la leche materna es uno de los principales factores que contribuyen al
desarrollo de la microbiota intestinal de los lactantes. Las bacterias presentes en la leche materna parecen
tener un papel decisivo en la prevención de múltiples enfermedades y en la maduración del sistema
inmunitario. Se ha brindado especial atención a la necesidad de crear bancos de leche para aquellos
neonatos que tengan limitadas sus capacidades de recibir lactancia materna por cualquier motivo.
25
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de publicación.
Si bien los pacientes con diagnóstico de autismo tienen asignada una dieta especial libre de gluten y
caseína por la deficiencia de enzimas que le permitan digerir los alimentos que contienen estos
elementos, ha sido de gran interés la indicación de probióticos y prebióticos en sus fórmulas basales o
como suplementos nutricionales por los beneficios y seguridad que brindan.
(26)
Los probióticos son organismos vivos que, en cantidades adecuadas, otorgan beneficio a la salud del
hospedero. Los prebióticos, en cambio, son componentes no digeribles que estimulan selectivamente el
crecimiento o la actividad de un número limitado de bacterias en el colon. Los simbióticos son la
combinación de probióticos y prebióticos. La justificación del uso de probióticos se basa en su capacidad
de remodelar comunidades microbianas y promover así el crecimiento de la flora comensal por encima
del de los microorganismos patógenos.
(27)
En Finlandia se reali un estudio aleatorizado, controlado con placebo a doble ciego en varios lactantes
que recibieron alimentación enteral. La muestra fue dividida en tres grupos que recibieron: una mezcla
de prebióticos, otro probióticos y placebo el tercer grupo. Los resultados fueron alentadores pues
apreciaron que los lactantes que recibieron las fórmulas a base de prebióticos y probióticos presentaron
mejoras en los síntomas de irritabilidad y llanto excesivo. Con sus recomendaciones abren las opciones
de propuestas de fórmulas con estos componentes para optimizar el bienestar de estos niños.
(28)
En la última década, las formulaciones y los productos alimenticios para niños han incorporado una
cantidad cada vez mayor de probióticos, prebióticos y simbióticos. La investigación en este campo
parece seguir en aumento ya que ha tenido una aceptación por los beneficios que se describen en los
informes. Su uso se ha descrito con resultados positivos no solo en enfermedades relacionadas con el
neurodesarrollo sino también en alergias, infecciones respiratorias, dermatitis, diarreas.
27
Los alimentos funcionales muestran mayores beneficios que los tradicionales pues mejoran la respuesta
inmunitaria, disminuyen la actividad pro carcinógena en las heces, se utilizan como tratamiento de la
diarrea del viajero y secundaria a la terapia antibiótica. Además en el control de rotavirus y de la colitis,
reducción de la absorción del colesterol, el tratamiento de los licos del lactante, la disminución de la
prevalencia de las enfermedades alérgicas (asma y dermatitis atópica), el tratamiento del síndrome de
intestino irritable y la constipación. Los más conocidos en Cuba son el yogurt natural, bifigurt y
soyurt.
(19,29)
Conclusiones
Muchas investigaciones tratan el papel de la microbiota y su relación con el eje intestino cerebro por las
funciones que tiene y el marcado interés para la salud humana. Las variaciones en la composición de la
microbiota intestinal influyen en todos los aspectos de la fisiología, incluyendo la función cerebral y el
comportamiento. La composición de la microbiota varía a lo largo de la vida y muchos factores influyen
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sobre la microbiota intestinal. La ruptura de su equilibrio da lugar a la aparición de trastornos
mentales, como el autismo, trastornos digestivos, alergias, entre otros. La comunidad científica pone al
descubierto la importancia de los alimentos funcionales y la contribución de los prebióticos y probióticos
al equilibrio e integridad de la microbiota.
Recomendaciones
Se recomienda:
- Fortalecer las acciones de promoción y prevención relacionadas con una alimentación adecuada
desde etapas tempranas de la vida.
- Brindar seguimiento a los estilos de alimentación que asumen los niños con autismo para corregir
las deficiencias que se presentan.
- Ampliar las investigaciones relacionadas con esta temática para la búsqueda de poticas
terapéuticas acertadas y beneficiosas para los pacientes.
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Conflicto de intereses
Los autores declaran que no existen conflictos de intereses.
Contribución de autoría
Iris Dany Carmenate Rodríguez. Planteó la idea científica, Redactó el manuscrito, búsqueda y gestión de
bibliograa, revisión del material bibliográfico. Análisis de la información. Elaboración del informe
final.
Conrado Ronaliet Álvarez Borges: Búsqueda y gestión de bibliograa, revisión del material
bibliográfico. Análisis de la información.
Roxany Enríquez Lago: Búsqueda y gestión de bibliograa, revisión del material bibliográfico. Análisis
de la información.
Maury Clemente Molina: Búsqueda y gestión de bibliografía, revisión del material bibliográfico.
Análisis de la información.