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Revista del Hospital Psiquiátrico de
La Habana
Volumen 20 | Nº 1 | Año 2023 | ISSN: 0138-7103 | RNPS: 2030
_____________________________________________
Artículo de Revisión
Trastornos cognitivos de la hipertensión arterial
Cognitive Disorders Related to Hypertension
Dr. Eddy Antonio Sotto Almenares1
Dra. Alba Azucena Padilla Betancourt1
Dr. Carlos Leonides Trujillo González1
MSc. Dr. Arturo Chi Maimó1,2
1Policlínico Universitario “René Bedia Morales”, La Habana, Cuba
2 Departamento de Ciencias Básicas Biomédicas, Facultad “Enrique Cabrera”, La Habana, Cuba
Recibido: 02/02/2023
Aceptado: 03/03/2023
RESUMEN
Este material es publicado según los rminos de la Licencia Creative Commons AtribuciónNoComercial 4.0. Se permite el uso,
distribución y reproducción no comerciales y sin restricciones en cualquier medio, siempre que sea debidamente citada la fuente primaria
de publicación.
Introducción: el deterioro cognitivo de tipo vascular afecta al 5 % de los mayores de 65 os. Se han
encontrado otros datos entre el 10-12 % que evidencian la progresión de deterioro cognitivo moderado a
la demencia cada año en ciertos grupos poblacionales.
Objetivo: caracterizar los trastornos cognitivos relacionados con hipertensión arterial.
Método: se reali una investigación tipo revisión documental, del paradigma cualitativo, y nivel
investigativo exploratorio. Para identificar la bibliograa fue consultada la base de datos en nea
PubMed/Medline aplicando una estrategia de búsqueda por filtros. La estrategia de búsqueda se basó
fundamentalmente en el uso de palabras clave listadas en el MeSH (del inglés Medical
SubjectHeadings), incluidas en su versión en español en los Descriptores en Ciencias de la Salud
(DeCS). Estas se combinaron con los operadores booleanos “AND” y OR”. Los filtros, o límites
activados incluidos, fueron: cualquier tipo de artículo con texto completo disponible, en idioma inglés o
español y publicado entre enero de 2018 y febrero de 2023. Estos fueron analizados y se excluyeron los
que no brindaban datos relevantes.
Conclusiones: existe estrecha relación entre la hipertensión y el detrimento de la función cognitiva. La
disminución cognitiva produce daño cerebral sobre todo asociada a factores de riesgo como el sexo
femenino, edad, no practicar ejercicios sicos, el tabaquismo y otros. Las pruebas diagnósticas como el
test del reloj y el de MOCA son muy valiosas para definir el diagnóstico del deterioro cognitivo.
Palabras clave: trastornos cognitivos, hipertensión arterial, epidemiología.
ABSTRACT
Introduction: Vascular cognitive impairment affects 5 % of people over 65 years. On the other hand,
data between 10 % and 12 % from progression of moderate cognitive impairment to dementia have been
found in certain groups each year.
Objective: Characterize cognitive disorders related to hypertension.
Method: A documentary review type research of the qualitative paradigm, and exploratory investigative
level was carried out. PubMed/Medline online database was consulted to identify the bibliography,
applying a filter search strategy. The search strategy was mainly based on the use of keywords listed in
the MeSH (Medical Subject Headings), included in its Spanish version in the Descriptors in Health
Sciences (DeCS). These were combined with the Boolean operators “AND” and “OR”. The included
filters or activated limits were: any type of article with full text available, in English or Spanish, and
published between January, 2018 and February, 2023. They were analyzed and those that did not provide
relevant data were excluded.
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Conclusions: There is a close relationship between hypertension and cognitive function impairment.
Cognitive decline produces brain damage especially associated with risk factors, such as female sex, age,
lack of physical exercise, smoking and others. Diagnostic tests, such as the clock test and the MOCA test
are very valuable to define cognitive impairment diagnosis.
Keywords: cognitive impairment; hypertension; epidemiology.
INTRODUCCIÓN
El deterioro cognitivo ocasiona un incremento de la mortalidad en personas mayores generalmente del
sexo femenino. Debido al impacto social a nivel mundial se ha desarrollado diversos estudios a nivel
internacional con la finalidad de obtener datos nacionales útiles con el fin de contribuir a una vida digna
y agradable del adulto mayor. A nivel mundial aumenta progresivamente con el paso de los años, con el
10% en sujetos de 70 a 79 años y el 25 % en para los comprendidos entre 80 a 89 años.(1-5)
Las personas más afectadas son los adultos mayores e individuos con factores de riesgo vascular. La
prevalencia promedio de deterioro cognitivo moderado (DCM) es de 18.9 % y la incidencia promedio es
de 47.9 / 1000 personas año. En un estudio prospectivo con 1584 individuos en Dinamarca la prevalencia
es aproximadamente del 23 % en personas mayores de 95 os. Además se estima que el deterioro
cognitivo de tipo vascular afecta al 5 % de los mayores de 65 años. Por otra parte, cada año se ha
encontrado cifras entre el 10-12 % de progresión de deterioro cognitivo moderado a demencia en ciertos
grupos poblacionales.(1-5)
La American Heart Association señala que 80 millones de personas mayores de 20 años en los Estados
Unidos padecen hipertensión arterial (HTA) y un gran porcentaje n no han sido diagnosticados. Se
observa que la prevalencia de HTA se presenta principalmente entre los 30 a 50 años de edad y decrece
después de los 60 años. En esta nea, investigaciones cubanas coinciden en afirmar que los dos grupos
de edad más proclives a sufrir de HTA son de los 40 a los 59 años y de los 60 a los 79 años, tanto en
hombres como en mujeres y el mayor riesgo de experimentar deterioro cognitivo es en este último
grupo.(1-5)
En la actualidad Cuba se encuentra ubicado entre los tres países más envejecidos de América Latina,
junto con Argentina y Uruguay, con una expectativa de vida de 78 años como promedio puede
convertirse en el primero s envejecido de la región para el 2025. La repercusión negativa sobre la
función cognitiva ha aumentado en la población más envejecida del municipio Habana del Este,
provincia La Habana, donde no se conoce la reiteración y etiología de este acrecentamiento.(2-5)
Los trabajos realizados en Cuba con respecto al deterioro cognitivo leve (DCL) han evidenciado cifras de
prevalencia de 7,76 a 16,5 % en edades mayores a los 65 os y 40 % en las personas de 85 años o más.
Los 28 670 casos nuevos de demencia al año se asocian con consecuencias personales, sociales y
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económicas. En esta nea, se plantea que “las funciones ejecutivas son las más avanzadas del cerebro y
dependen de la integridad de la corteza pre-frontal (planificación, flexibilidad, memoria de trabajo,
razonamiento, atención y algunas habilidades motoras).(1-5)
Según Pérez y Jiménez,(3-5) diversas investigaciones señalan la HTA como un factor de riesgo en el
deterioro de las funciones cognitivas y el desarrollo de enfermedades relacionadas con el daño en
procesos como la memoria, la atención, el aprendizaje, la habilidad espacial y verbal, que se afectan por
la edad, el nivel educativo y por la HTA.”
Diversos autores han llevado a cabo distintas investigaciones en relación a la esfera cognitiva y la
hipertensión arterial, tanto en la adolescencia, la adultez joven y adultos mayores.(3-5) Estos autores hacen
alusión a que las consecuencias más trascendentes en la vejez es el deterioro cognitivo, que imposibilita
las actividades de rutina. Según estudios realizados por el Instituto Superior de Estudios Sociales y
Socio-sanitarios, estos cambios se dan de un 30 a un 50% en la población adulta mayor.(4,5)
Por todo lo anteriormente planteado, el objetivo de este trabajo es caracterizar los trastornos cognitivos
relacionados con la hipertensión arterial.
MÉTODO
Se realiuna investigación tipo revisión documental, del paradigma cualitativo, y nivel investigativo
exploratorio. Para identificar los documentos que se revisarían fue consultada la base bibliográfica
PubMed/Medline. Fue diseñada una estrategia de búsqueda, a la que se le añadió filtros para restringir
sus resultados, de acuerdo con las herramientas que brinda este motor de búsqueda. La estrategia de
búsqueda se basó fundamentalmente en el uso de palabras clave listadas en el MeSH (del inglés Medical
SubjectHeadings), incluidas en su versión en español en los Descriptores en Ciencias de la Salud
(DeCS): cognitive impairment, arterial hypertension, deterioro cognitivo, hipertensión arterial. Estas se
combinaron con los operadores booleanos “AND” y “OR”. Los filtros, o límites activados incluidos,
fueron: cualquier tipo de artículo con texto completo disponible, en idioma inglés o español y publicado
entre enero de 2018 y diciembre de 2023. De este modo fueron recuperados 25 artículos. Estos fueron
analizados y se excluyeron los que la información que proveían estaba duplicada, no se trataba
exactamente del tema, o se consideró que no brindaban datos relevantes.
DESARROLLO
Trastornos cognitivos correlacionados con la hipertensión arterial
El trastorno cognitivo se define como un pobre o menor rendimiento en una o más áreas cognitivas lo
que sugiere ficit en uno o más dominios cerebrales.(5) Hay una relación inversa entre hipertensión
arterial sostenida y función cognitiva. Múltiples estudios han demostrado, en todos los grupos de edad,
que la hipertensión está constantemente asociada a déficits cognitivos importantes como la disminución
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de la atención, reducción en la flexibilidad mental y alteración en la memoria y las habilidades de
razonamiento abstracto.(5)
Las variaciones en el área alterada dependen más de los instrumentos y de los criterios cnicos usados,
que de una verdadera variabilidad de los trastornos. Hay informes de alteraciones en atención, cálculo,
solución de problemas y abstracción. También en la memoria, la reproducción visual, la percepción, las
habilidades viso-espaciales y la función verbal, la memoria lógica, es decir, inmediata, remota y las
reproducciones visuales. Finalmente, se reportan dificultades en la inhibición y errores de atención, así
como en problemas con memoria incidental y retardo psicomotor.(5)
Hipertensión arterial y cognición versus causalidad o casualidad
El primer estudio que reconoce la asociación entre HTA y cognición fue realizado en 1971. En el Aging
Project de la Universidad de Duke, Wilkie et al. demostraron que los pacientes hipertensos con presiones
arteriales elevadas presentaban más «declinación intelectua en la década posterior.(5-8)
Hipertensión arterial y daño cerebral
La elevación crónica de la presión arterial determina cambios estructurales y funcionales adaptativos que
se manifiestan por el incremento de la resistencia cerebrovascular.(9) Las adaptaciones estructurales
incluyen la remodelación de las arterias y arteriolas cerebrales, lo que resulta en un aumento de la
relación pared-luz que reduce la tensión de la pared y aumenta la resistencia segmentaria.(9-10) La
remodelación cerebrovascular es un proceso activo, determinado por mecanismos de señalización
mecanosensitivos que se desencadenan por estímulos hemodinámicos e interacciones dinámicas entre
factores de crecimiento, citocinas y sustancias vasoactivas producidas por las lulas dentro de la pared
vascular. La remodelación estructural vascular implica cambios adaptativos en el crecimiento y
proliferación celular, muerte celular, migración celular y cambios en la síntesis, depósito y degradación
de los componentes de la matriz extracelular.
La enfermedad de pequeños vasos debida a la HTA condiciona la severidad de las lesiones subcorticales
de la sustancia blanca (leucoaraiosis, infartos lacunares «silentes» o micro hemorragias (MCH]). Estas
lesiones de sustancia blanca (LSB), consideradas como normales entre los integrantes del grupo etario
mayor de 60 años y siempre responden a un concepto patológico del cual puede o no conocerse su
causalidad, aunque la HTA la más implicada.(5-8)
Los espacios perivasculares que rodean las arteriolas y vénulas que cursan desde el espacio
subaracnoideo a través del parénquima cerebral constituyen un importante sistema de drenaje del líquido
intersticial y de solutos en el cerebro. La hipertensión a largo plazo daña los vasos sanguíneos e inicia la
expresión de genes sensibles a la hipoxia (HIF-1α, etc.) y cascadas moleculares durante su fase hixica.
En última instancia, la inflamación es inducida por la liberación de citocinas, metaloproteinasas de la
matriz inflamatoria y ciclooxigenasa-2, y estas, a su vez, abren la barrera hematoencefálica (BHE), lo
que da como resultado la inducción de la expresión de moculas de adhesión en las células endoteliales
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y, por lo tanto, contribuye a la adhesión de leucocitos y plaquetas y a la oclusión microvascular. El
desajuste de la BHE conduce a la fuga de componentes plasmáticos a través de la BHE hacia la pared del
vaso y el espacio perivascular causa dilatación del espacio. (11-13)
Factores de riesgo
Los estudios sugieren que la edad adulta, el nero femenino y la baja escolaridad están asociados a
pobre rendimiento cognitivo. La evidencia por ejemplo, muestra que con la edad hay cambios
estructurales cerebrales como la atrofia cerebral, ventculomegalia y pérdida de red neuronal que
promueve la disminución del rendimiento cognitivo. También no practicar ejercicios sicos repercute de
manera negativa sobre la salud cognitiva. En la parte cardiovascular, se incluyen entre estos factores el
tabaquismo, el sedentarismo, la hipertensión arterial, la diabetes mellitus, la hiperglucemia, así como
eventos cerebro vasculares e infartos al miocardio como elementos asociados a deterioro cognitivo.
Además, de estos factores descritos, existe la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (COPD),
asociada a DCM. Según estudio prospectivo de cohorte, con 1425 individuos, el riesgo de deterioro
cognitivo moderado no amnésico es mayor comparado con los individuos sin COPD. (11-13)
Diagnóstico del deterioro cognitivo
Existen múltiples pruebas o test para el diagnóstico del deterioro cognitivo. A continuación se relacionan
algunas herramientas importantes para la evaluación de los pacientes hipertensos.(5-8)
En base al tiempo de ejecución de las pruebas se pueden dividir en tres grupos: las pruebas muy rápidas,
pruebas rápidas y baterías neuropsicológicas.
Entre las pruebas muy rápidas podemos encontrar las siguientes:
1) Test del reloj: dibujar un reloj y anotar las once y diez minutos, y lleva a una sensibilidad que
oscila entre 67% - 97.9% y especificidad entre 69 - 94.2%
2) Mini - Cog: test que toma aproximadamente 2 minutos, incluye hacer el test del reloj y nombrar 3
palabras que se le preguntan después. Con una sensibilidad 76- 99 % y una especificidad del
85.3- 96 %.
3) Test de fluidez verbal: mide la habilidad de nombrar tantos objetos como pueda por categoría o
bien todas las palabras con determinada letra que conozca, en un minuto.
Pruebas cognitivas rápidas:
1) Minimental test: invierte aproximadamente 8 minutos, con 30 puntos en 11 ítems. Con un punto
de corte de 24 es recomendado para una persona con al menos 8 años de educación. Otros
puntajes como menos de 9 o igual es deterioro severo, 10 a 20 moderado y de 21 a 24 es leve el
deterioro cognitivo.
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2) Montreal Cognitive Assessment (MOCA): es un test de 30 puntos aplicado en aproximadamente
10 minutos. Es mejor en la detección del deterioro cognitivo moderado en la población mayor de
60 años.
Baterías neuropsicológicas.
1) Revisión Cognitiva de Addenbrooke: incluye 5 dominios (orientación, atención, memoria, fluidez
verbal, lenguaje y vos espacial). Tiene una sensibilidad 95 % y especificidad 89% con un punto
de corte de 88.
2) Examen cognitivo de Cambridge: con un puntaje de corte de 80, para deterioro cognitivo, tiene
una sensibilidad de 02 % y una especificidad del 96 % y se toma aproximadamente 30 minutos
aplicarlo.
El especialista o personal entrenado no debe conformarse solo con estas pruebas que se describieron
anteriormente, sino que además hay que realizar exámenes de laboratorio: niveles de vitamina B12,B9,
también conocida como vitamina M, función renal, función hepática, función tiroidea, serología por
virus de inmunodeficiencia humana (HIV), serología por filis entre otras y asociar imágenes de sistema
nervioso central como pueden ser tomografía axial computarizada o mejor aún resonancia magnética
nuclear. Existen biomarcadores genéticos como la apolipoproteína E (APOE) que es útil cuando existe
sospecha clínica de Alzheimer en etapas iniciales. Generalmente el genotipo E4 está asociado a esta
afectación como predictor de conversión y el genotipo E2 se ha descrito como factor protector.(5-8)
Deterioro cognitivo leve
El término de deterioro cognitivo leve (DCL) se refiere a la alteración de la funcn cognitiva que no
cumple los criterios de demencia. En la demencia no lo hay alteración de la función cognitiva, sino
también afectación negativa de las actividades diarias del individuo, mientras que en el deterioro
cognitivo no existe alteración de la vida diaria.
Este tipo de deterioro puede clasificarse de varias maneras; la de mayor utilidad cataloga el trastorno en
los tipos amnésico y no amnésico. (14-15) Cada uno se subdivide en dominio único y dominios múltiples.
El DCL de tipo amnésico es el s común y se relaciona más con enfermedad de Alzheimer.(14-15) Los
criterios que de manera original se idearon para el deterioro cognitivo leve se usan en la actualidad para
definir el tipo amnésico de un dominio único. Entre estos criterios figuran los siguientes:
1) Queja de memoria, preferiblemente corroborada por un informante
2) Disminución de la memoria objetiva (para la edad y la educación)
3) Función cognitiva general conservada
4) Actividades intactas de la vida diaria
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5) Ausencia de demencia
En el caso del tipo amnésico de dominios múltiples existen alteraciones de otros dominios cognitivos que
se revelan luego de un estudio neuropsicológico realizado de manera adecuada. Este tipo de DCL ocurre
en los individuos que pueden padecer una leve alteración de sus actividades diarias, pero sin incurrir en
los criterios para considerarlos dementes. (14,15)
Por otro lado, el DCL no amnésico, al igual que el anterior, se subclasifica en un subtipo único y un
subtipo que analiza varios dominios. El primero se caracteriza por alteración en un dominio no
relacionado con la memoria, es decir, con la función ejecutiva, lenguaje o capacidad visual-espacial. Los
pacientes de este grupo parecen tener menor riesgo de conversión a la demencia. Según sea el dominio,
las personas con este subtipo de DCL pueden progresar a otros ndromes, como la demencia
frontotemporal, la afasia progresiva primaria, la demencia con cuerpos de Lewy, la parálisis supranuclear
progresiva o la degeneración corticobasal.(15,16)
En el caso del DCL de tipo no amnésico de múltiples dominios, se ven afectados en varios dominios, con
una relativa preservación de los problemas de memoria. Al parecer, en estos casos hay una vinculación
con trastornos degenerativos como la demencia con cuerpos de Lewy o la demencia frontotemporal, que
se relacionan con las proteínas t, TDP-43 y sinucleína.(15,16)
Existe gran variabilidad acerca de la epidemiología del deterioro cognitivo leve, debido a los diferentes
tipos de pruebas utilizados para valorarla, la pérdida de participantes y la aleatoriedad del estudio. Por
otro lado, los valores difieren mucho entre sí debido a las poblaciones conformadas, en virtud de su
mayor prevalencia en edades mayores. En este caso existe mucha diferencia al comparar los resultados
de pacientes de 40 a 60 años con sujetos de 60 a 70. El intervalo aproximado es de 5 a 13 personas por
cada 1,000 que sufren deterioro cognitivo leve cada año.(15,16)
Impacto cognitivo-conductual de la hipertensn arterial
La edad, al igual que la trayectoria de la presión arterial, modifica la asociación entre la HTA y la
demencia. Los estudios mencionados han observado las consecuencias de la lesión vascular cerebral en
un período comprendido entre la edad media y la etapa tardía de la vida, pero recientes publicaciones dan
cuenta de resultados diferentes según se explore el período anterior (jóvenes y adultos jóvenes)o
posterior (adultos mayores y muy mayores). La contribución vascular al deterioro cognitivo y en especial
el impacto de la HTA han sido reconocidos en las declaraciones científicas conjuntas emitidas por la
American Heart Association, la American Stroke Association y la International Alzheimer’s
Disease.(17,18)
Impacto de la hipertensión sobre la enfermedad de Alzheimer
La etiología más frecuente de la demencia, incluso en pacientes con hipertensión, es la enfermedad de
Alzheimer (EA). La HTA y la EPV desempeñan un papel importante en el comienzo o la evolución del
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deterioro cognitivo y la demencia en pacientes con EA esporádica (la forma más frecuente de la EA,
95% de prevalencia). Systolic Hypertension in Europe (estudio Syst-Eur) demostque el tratamiento
intensivo de la HTA reducía en un 55% el riesgo de demencia y, contrario a su objetivo primario
(prevención de la demencia vascular), el 66% de los casos registrados en los 4 años de seguimiento
(41/62 casos) fueron diagnosticados como EA.(18) Los factores de riesgo para desarrollar ECV también lo
son para el deterioro cognitivo y la EA. Un estudio prospectivo longitudinal realizado en el 2002 en las
poblaciones de Kuopio y Joensuu, en Finlandia, con el proyecto Karelia del Norte y el estudio
FINMONICA, examinó a 2293 personas con una edad media de 50,4 os (rango de edad: 40-64
os).Veintiún años después, examinaron de nuevo a 1449 participantes, es decir, el 72,5% de la muestra
original que presentaban una media de edad de 71,3 años (rango de edad: 65-80 años). Su objetivo era
examinar la relación con la HTA en la mediana edad y la concentración del colesterol en sangre con la
EA en la edad anciana obteniendo como resultados que un aumento de la presión arterial sistólica y la
concentración de colesterol en sangre, así como la asociación de estos riesgos en la mediana edad,
aumentó el riesgo de desarrollar EA en la edad anciana. (19-21)
Función cognitiva e hipertensión arterial en niños y adolescentes
La prevalencia de hipertensión primaria ha aumentado de manera significativa en edades pediátricas,
fundamentalmente en los niños con factores de riesgos como la obesidad. Por tal motivo los jóvenes con
hipertensión arterial pueden manifestar efectos adversos en órganos blancos como por ejemplo
hipertrofia ventricular izquierda, aumento de la rigidez arterial y aumento del grosor de la carótida.
También existe evidencia reciente de efectos adversos cerebrales debido a hipertensión primaria en la
cognición, tanto durante la infancia como a lo largo de la vida. En los últimos 15 años, estudios de bases
de datos y estudios unicéntricos y multicéntricos han evidenciado que la presión arterial elevada en niños
y adolescentes se asocia con un menor rendimiento en las pruebas neurocognitivas en la juventud. (22-25
CONCLUSIONES
Existe estrecha relación entre la hipertensión y el detrimento de la función cognitiva, frecuentemente en
edades geriátricas. Las alteraciones más frecuentes son la disminución de la atención, la reducción en la
flexibilidad mental y la alteración en la memoria y las habilidades de razonamiento. La disminución
cognitiva produce daño cerebral sobre todo en presencia de factores de riesgo como el sexo femenino, la
edad, no practicar ejercicios sicos, el tabaquismo y otros no menos importantes como el sedentarismo y
las cifras altas de glucemia. Las pruebas o herramientas diagnósticas como el test del reloj y el de
MOCA son muy valiosas para definir el diagnóstico del deterioro cognitivo.
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Consideraciones éticas: Los autores declaran que para esta investigación no se han realizado
experimentos en seres humanos ni en animales.
Conflictos de intereses
Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.
Financiamiento
Este material es publicado según los rminos de la Licencia Creative Commons AtribuciónNoComercial 4.0. Se permite el uso,
distribución y reproducción no comerciales y sin restricciones en cualquier medio, siempre que sea debidamente citada la fuente primaria
de publicación.
La investigación fue financiada por los autores
Contribución de autoría
EASA: ideó la investigación; describió la estrategia de búsqueda, análisis de los artículos recuperados,
contactó adicionalmente a expertos en el tema a fin de obtener recomendaciones adicionales. Escribió el
manuscrito.
AAPB y CLTG: evaluaron el planteamiento del problema y la estrategia de búsqueda, contribuyeron al
análisis de los artículos recuperados, escritura del manuscrito.
Los tres autores participamos en la discusión de los resultados y hemos leído, revisado y aprobado el
texto final del artículo.