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Introducción
La sexualidad es un aspecto central del ser humano presente a lo largo de su vida y
comprende el sexo, las identidades y los papeles de género, la orientación sexual, el
erotismo, el placer, la intimidad y la reproducción. Se vive y expresa en pensamientos,
fantasías, deseos, creencias, actitudes, valores, comportamientos, prácticas y roles, así
como en relaciones interpersonales. Si bien la sexualidad puede incluir todas estas
dimensiones, no todas ellas se viven o se expresan en todo momento. La sexualidad está
influenciada por la interacción de factores biológicos, psicológicos, sociales,
económicos, políticos, culturales, legales, históricos, religiosos y espirituales.
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En
este sentido, es un tema complejo y polémico, resultado del contexto sociocultural
imperante que rige la conducta sexual humana, además de las diversas consideraciones
y el conocimiento científico, que avanza vertiginosamente en el último siglo.
En primer lugar, se destaca el negativismo sexual de la época antigua y durante la Edad
Media, cuando era reforzado el aspecto instintivo y todas las experiencias sexuales
estaban consagradas a la reproducción. De esta manera, cualquier otra práctica como
las relaciones no maritales, la masturbación y la homosexualidad eran criticadas y
reprobadas.
El mayor auge en el desarrollo y el conocimiento sobre la sexualidad es a partir del año
1960, cuando se vincula el sexo con las drogas y la violencia. Aparecen movimientos
nudistas, hippies, la píldora anticonceptiva, estudios sobre las mujeres y los hombres
como disciplina de conocimiento y propuestas de transformación social sin precedentes,
que abren el cuestionamiento de la vida de las personas, además de los primeros
estudios científicos sobre sexualidad.
En relación a los pioneros en las investigaciones de la sexualidad, destacan prestigiosos
científicos que contribuyeron a una mejor comprensión de estos asuntos, entre ellos,
Kraft Ebbing, Magnus Hirschfeld, Havelock Ellis, Sigmund Freud, Alfred Kinsey, Masters
y Johnson y Helen Kaplan. En el mismo orden de ideas sobresalen teóricos
contemporáneos como Fernando Bianco, Eusebio Rubio, Feliz López, Milton Diamond,
Jeffrey Weeks y Rosemary Basson.
En Cuba, el pionero de la sexología es Ángel Arce, quien destaca el valor de educar la
sexualidad. Otros investigadores que aportan aspectos teóricos, metodológicos y
prácticos necesarios en el abordaje integral de la sexualidad fueron José Bustamante,
Celestino Álvarez Lajonchere, Mónica Krause, Wally Thompson, Celestino Vasallo,
Yodalia Leiva, Alicia González y Beatriz Castellanos, quienes sustentan una teoría de la
sexualidad y la personalidad.
Conforme al desarrollo de estos profesionales señalados y de manera simultánea con el
triunfo de la Revolución cubana, el Estado cubano dispone para la población el uso
legítimo de las conquistas alcanzadas, a partir de la incorporación al trabajo de la