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(19 %). En 2020, hubo más de 210 000 nuevos diagnósticos de cáncer de mama en
América Latina y el Caribe y casi 68 000 muertes.
(2)
En Perú, cinco mujeres fallecen cada día debido a cáncer de mama, siendo esa
enfermedad la principal causa de muerte por cáncer durante el año 2020. En el 2019 se
diagnosticaron 6860 casos de este tipo de cáncer, lo que representó el 9,8 % del total
de casos de cáncer detectados en el país y fueron la causa principal de muertes
relacionadas con esta enfermedad. En promedio, el 95 % de casos de cáncer de mama
detectados a tiempo se curan. Sin embargo, en Perú el 85 % de casos son detectados en
estados avanzados.
(3)
El crecimiento y la progresión del cáncer de mama se aceleran tras la estimulación de
los nervios simpáticos en los tumores, pero se redujeron tras la estimulación de los
nervios parasimpáticos. La denervación simpática específica del tumor suprime el
crecimiento del tumor y regula la baja la expresión de las moléculas del punto de control
inmunitario (muerte programada-1 [PD-1], ligando de muerte programada-1 [PD-L1] y
FOXP3) en mayor medida que con α-farmacológico o bloqueadores de los receptores β-
adrenérgicos. La simulación inducida genéticamente de la inervación parasimpática de
los tumores disminuyó la expresión de PD-1 y PD-L1. En humanos, un análisis
retrospectivo de muestras de cáncer de mama de 29 pacientes reveló que el aumento
de la densidad del nervio simpático y la disminución del parasimpático en los tumores
se asociaron con malos resultados clínicos y se correlacionaron con una mayor expresión
de moléculas de puntos de control inmunitarios. Estos hallazgos sugieren que la
inervación autonómica de los tumores regula la progresión del cáncer de mama.
(4)
Un estudio de Singapur mostró que la depresión acortaba significativamente el tiempo
de supervivencia de los pacientes con cáncer y podía predecir el pronóstico. La
depresión se asoció con una mayor tasa de mortalidad entre las mujeres sobrevivientes
de cáncer de mama ([HR]: 11,6, [IC del 95 %]: 0,69–194,1, P = 0,089). El riesgo de muerte
relacionada con la depresión fue muy alto entre los pacientes con cáncer que vivieron
más de cinco años después del diagnóstico de cáncer (HR ajustado: 4,69, IC del 95 %:
1,76–12,5, P = 0,002).
(5)
En el metaanálisis realizado por Yuan y otros
(6)
se menciona que los miembros una
familia bien constituida pueden compartir la carga emocional, por tanto, los pacientes
muestran menos depresión, fatiga y ansiedad. En cuanto a las mujeres solteras,
divorciadas y viudas que han desarrollado el cáncer de mama, se asocian a un
diagnóstico más tardío y a un peor pronóstico, asociándolo al estrés emocional
generado, el cual se debería estudiar en mayores estudios.
(6)
Asimismo, la literatura presenta la depresión como una comorbilidad común en los
pacientes con esta neoplasia y se asoció con la recurrencia y mortalidad específica por
cáncer de mama.
(7)
En el estudio de Wang y otros
(7)
desarrollado en 282 203 pacientes a
partir de un metaanálisis se encontró que la depresión estuvo asociada con un aumento
del 24 % en el riesgo de recurrencia del cáncer; el impacto pronóstico de la depresión
fue significativo cuando la depresión se evaluó después del diagnóstico de cáncer de