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distribución y reproducción no comerciales y sin restricciones en cualquier medio, siempre que sea debidamente citada la fuente
primaria de publicación.
Marilyn Zaldivar-Bermúdez
1
Lilia María Morales-Chacón
1
Amaray Cabrera-Muñoz
2
Raúl Mendoza-Quiñones
2
1
Centro Internacional de Restauración Neurológica (CIREN). La Habana, Cuba.
2
Centro de Neurociencias de Cuba (CNEURO). La Habana, Cuba.
Recibido: 25/12/2021
Aceptado: 22/1/2022
RESUMEN
Introducción: Los pacientes con epilepsias farmacorresistentes muestran un cuadro
clínico que se complejiza por la comorbilidad cognitiva con expresión variable que
presentan. Los fenotipos cognitivos y su relación con variables clínicas e imagenológicas
podrían ayudar en el pronóstico y planificación del tratamiento de estos pacientes.
Objetivo: Evaluar el estado de las investigaciones que abordan los fenotipos o perfiles
cognitivos en epilepsias farmacorresistentes.
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Métodos: Se realizó una búsqueda bibliográfica en la base de datos PubMed, atendiendo
a las especificaciones PRISMA. Se incluyeron artículos en inglés que hubiesen sido
publicados en el periodo comprendido desde enero del 2000 a febrero del 2021. Las
alteraciones cognitivas estadísticamente significativas constituyeron la variable
primaria y la presencia de perfiles cognitivos con sus correlatos clínicos y de
neuroimágenes, la secundaria.
Resultados: Se analizaron 24 estudios en población adulta con epilepsias
farmacorresistentes. La muestra fue de 4495 sujetos (3684 pacientes y 811 controles).
El diagnóstico más frecuente fue de epilepsia del lóbulo temporal (72 %). Los dominios
más afectados fueron la memoria (88 %) y la función ejecutiva (63 %). Se identificaron
perfiles cognitivos combinando los dominios cognitivos (42 %), basados en
reagrupamientos estadísticos (25 %) y en criterios clínicos (17 %).
Conclusiones: Los pacientes con epilepsias farmacorresistentes presentan alteraciones
cognitivas con patrones variables de severidad que involucran a más de un dominio
cognitivo. La estrategia de clasificar en fenotipos cognitivos es válida, pero se deben
armonizar los dominios y las pruebas utilizadas para lograr perfiles estables y
reproducibles.
Palabras clave: epilepsias farmacorresistentes; epilepsia del lóbulo temporal; epilepsia
del lóbulo frontal; fenotipos cognitivos; perfil cognitivo.
ABSTRACT
Introduction: Neurocognitive impairment has been increasingly reported in patients
with Drug-Resistant Epilepsy (DRE) and this deficit may be not limited to a single
domain, but rather a mosaic of differentially expressed cognitive impairment across
individuals. Exploring distinct cognitive phenotypes in association with clinical and
neuroimaging correlates could improve the prognosis and postsurgical outcomes.
Objective: To evaluate the existence of differential patterns of cognitive impairment
in DRE in a systematic review.
Methodology: A broad literature search on electronic databases in NCBI PubMed was
conducted. According to PRISMA guidelines, research journals that were published in
English-peer reviewed journals from January 2000 to February 2021 were included in
this study. Statistically significant cognitive impairment in DRE was used as primary
outcome and the existence of cognitive phenotypes associated with clinical and
neuroimaging correlates was examined as secondary outcome.
Results: Twenty-four studies (n=4495 participants) with 3684 DRE patients and 811
controls were identified. The most prevalent diagnosis was Temporal Lobe Epilepsy (72
%). The greatest impairments were found in the domains of memory (88 %) and executive
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function (63 %). The analyses also revealed distinct patterns of cognitive deficit profiles
or cognitive phenotypes were identified with different regrouping strategies: based on
cognitive domains (42 %), on statistical methods (25 %) and clinical criteria (17 %).
Conclusions: DRE patients clearly showed different cognitive phenotypes with different
patterns of severity that involve several affected cognitive domains. The strategy of
phenotyping is valid; however, future researches are needed to improve better
comparability of test designs for reliable and stable DRE cognitive profiles.
Keywords: Drug resistant-epilepsy; Temporal Lobe Epilepsy; Frontal Lobe Epilepsy;
cognitive phenotypes, cognitive profiles.
Introducción
Las epilepsias farmacorresistentes afectan al 30 % de los pacientes que sufren de la
enfermedad. Están asociadas a mayor morbilidad y mortalidad, graves consecuencias
psicosociales y problemas cognitivos.
En Cuba se ha reportado una incidencia anual
entre 28 y 48 por cada 100 000 habitantes.
(1)
Dentro de las epilepsias farmacorresistentes, la más frecuente en el adulto es la
epilepsia del lóbulo temporal (ELT), seguida de las epilepsias del lóbulo frontal (ELF).
(2)
Particularmente, el daño cognitivo en la ELT es frecuente
(3)
y se caracteriza por
afectación en el proceso de memoria,
(4)
alteración de la función ejecutiva, el lenguaje,
la inteligencia, la destreza motora
(4,5)
y disminución de la velocidad de procesamiento.
(6)
Por su parte en la ELF se reportan alteraciones en tareas cognitivas complejas, deterioro
en la destreza motora y compromiso de la cognición social,
(2)
mayor déficit en el
reconocimiento de las emociones, en teoría de la mente y flexibilidad cognitiva en
comparación con otros grupos.
(7)
Sin embargo, es necesario precisar aún más en la
caracterización neuropsicológica y su asociación con las alteraciones neurales para
mejor definición de los patrones de daño cognitivo.
La heterogeneidad en la disfunción cognitiva en pacientes con epilepsias
farmacorresistentes se ha tratado de disminuir mediante fenotipos cognitivos.
(8,9,10,11)
Hasta el momento, los diferentes estudios muestran una variabilidad en los fenotipos
descritos, así como las características clínicas e imagenológicas asociadas a los
mismos.
(11)
La caracterización de los fenotipos cognitivos y su relación con factores
clínicos, neuroanatómicos y psicosociales pudiera explicar mejor la variabilidad entre
los distintos grupos, además de ofrecer información sobre la planificación y optimización
del tratamiento y del pronóstico de los pacientes.
(12)
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primaria de publicación.
Se conoce que los pacientes con deterioro cognitivo generalizado demuestran
disminución del grosor cortical en estudios de neuroimágenes,
(9)
atrofia subcortical,
(10)
y compromiso difuso de la sustancia blanca,
(13)
mientras que los pacientes con alteración
en algunos perfiles cognitivos demuestran una anomalía estructural mínima.
(11)
El tratamiento de elección para las epilepsias farmacorresistentes es la intervención
quirúrgica, que consigue liberar al paciente de las crisis en un 60-80 % de los casos con
ELT.
(14)
Desde el punto de vista neuropsicológico, pacientes con lobectomía temporal
tuvieron una mejoría en el rendimiento de la memoria episódica en la modalidad
contralateral a la cirugía, pero bajos rendimientos en la modalidad ipsilateral, lo que
sugiere un efecto importante de la lateralización funcional.
(15)
La heterogeneidad neuropsicológica descrita en estos grupos de pacientes complejiza
el proceso de tratamiento a nivel individual, pues se ha demostrado que existe un
continuo de severidad del deterioro cognitivo que puede ir desde la ausencia o deterioro
mínimo, afectación en dominios específicos, hasta el deterioro cognitivo generalizado.
Según la Liga Internacional Contra las Epilepsias (ILAE, por sus siglas en inglés),
(16)
es
necesario ganar consenso en buscar nuevas variantes de clasificación del deterioro
cognitivo antes y después del tratamiento quirúrgico.
(8)
Este trabajo tiene como objetivo evaluar el estado de las investigaciones que abordan
los fenotipos o perfiles cognitivos en epilepsias farmacorresistentes.
Métodos
Estrategia para la identificación de los artículos
Para la identificación de los artículos se utilizó el método PRISMA.
(17)
Se consultaron las
bases de datos: Web of Science, PsycInfo, Medline, EBESCO (vía PubMed).
Las palabras clave fueron: cognitive phenotype’, cognitive profile’, drug resistance
epilepsy’, farmacorresistance epilepsy’, temporal lobe epilepsy’, frontal lobe
epilepsy’. Estas palabras se contrastaron con los descriptores en ciencias de la salud
desarrollados por la National Library of Medicine, se incluyeron los operadores
booleanos AND/OR para obtener los resultados de todas las posibles combinaciones y se
tuvieron en cuenta en el título y el resumen de los artículos.
La cadena de búsqueda en la Web of Science fue TS= (cognitive phenotype OR cognitive
profile) AND TS= (drugs resistance epilepsy OR farmacorresistance epilepsy OR
temporal lobe epilepsy OR frontal lobe epilepsy). Se adaptó esta cadena para la
búsqueda en las restantes bases de datos. La búsqueda no se limitó por tipo de diseño.
Se tuvo en cuenta la bibliografía de los artículos seleccionados.
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Criterios de selección: estudios empíricos, que evaluaran los fenotipos cognitivos o
perfiles cognitivos en población adulta entre 18 y 65 años, con diagnósticos de epilepsias
focales refractarias al tratamiento.
Criterios de exclusión: reportes de un caso en poblaciones pediátricas o poblaciones
adultos mayores y no tener un diagnóstico de epilepsias farmacorresistentes.
En primer lugar, se seleccionaron los artículos a partir de la lectura del título y del
resumen y, luego, a partir de la lectura del texto completo (Tabla 1).
Tabla 1 - Diagrama de flujo para la selección de los artículos (Criterios PRISMA)
Identificación
Artículos identificados a través de la búsqueda en bases de datos (n = 1036)
Artículos identificados a través de otras fuentes (n = 4)
Cribado
Artículos evaluados para su selección a
través de la lectura del título y resumen (n
= 1040)
Artículos excluidos (n = 999)
Duplicados (n = 2)
Estudios en animales (n = 19)
No evalúan fenotipos o perfiles
cognitivos (n = 596)
Estudios genéticos (n = 72)
Evalúan resultados de técnicas o
procedimientos quirúrgicos (n = 124)
Estudios de imágenes (n = 125)
Estudios de neuropatología (n = 43)
Estudios de casos (n = 18)
Selección
Artículos evaluados para su selección a
través de la lectura del texto completo (n =
41)
Artículos excluidos (n = 17)
Población infantil (n = 5)
Población de adultos mayores (n = 3)
Pruebas neuropsicológicas (n = 3)
Artículos de revisión (n = 5)
Artículo de difícil acceso (n = 1)
Análisis
Artículos incluidos en la síntesis cualitativa y cuantitativa (n = 24)
Identificación
Artículos identificados a través de la búsqueda en bases de datos (n = 1036)
Artículos identificados a través de otras fuentes (n = 4)
Cribado
Artículos evaluados para su selección a
través de la lectura del título y resumen (n
= 1040)
Artículos excluidos (n = 999)
Duplicados (n = 2)
Estudios en animales (n = 19)
No evalúan fenotipos o perfiles
cognitivos (n = 596)
Estudios genéticos (n = 72)
Evalúan resultados de técnicas o
procedimientos quirúrgicos (n = 124)
Estudios de imágenes (n = 125)
Estudios de neuropatología (n = 43)
Estudios de casos (n = 18)
Selección
Artículos evaluados para su selección a
través de la lectura del texto completo (n =
41)
Artículos excluidos (n = 17)
Población infantil (n = 5)
Población de adultos mayores (n = 3)
Pruebas neuropsicológicas (n = 3)
Artículos de revisión (n = 5)
Artículo de difícil acceso (n = 1)
Análisis
Artículos incluidos en la síntesis cualitativa y cuantitativa (n = 24)
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Análisis de la evidencia científica
Se aplicó un protocolo de registro para codificar las características y los resultados de
los estudios.
(18)
Las variables utilizadas fueron: apellido del primer autor, año de publicación, tamaño
de la muestra, edad media, sexo, dominios cognitivos evaluados, instrumentos o
pruebas neuropsicológicas empleadas, objetivos y principales resultados.
Se realizó un análisis cualitativo y cuantitativo de los datos. Los resultados se evaluaron
según la presencia o ausencia de alteraciones en los dominios cognitivos en las epilepsias
farmacorresistentes. Se computó el tamaño promedio de la muestra total. Para calcular
la edad promedio, se computó una media ponderada en función del tamaño muestral.
Se valoró la calidad de cada estudio en función de la puntuación total de la escala: alta
(100-75 %), media (75-25 %) o baja (25-0 %). Se asignó a cada estudio 1 punto por cada
uno de los indicadores que se cumplen, 0,5 puntos si estos indicadores se cumplen
parcialmente y 0 si no se cumplen. El criterio no se valora cuando no se puede aplicar
a los estudios.
(18)
Además, se valoró el índice de impacto según el Journal Citation
Report y el patrón de citación de estos artículos según la Web of Science (Anexo 1). Este
estudio cumple con las declaraciones de éticas de la Declaración de Helsinki.
Resultados
Valoración de la calidad de los estudios incluidos
El puntaje global del índice de evaluación mostró una puntuación promedio de 14,29
(DS ± 1,8) en un rango de 9-16,5. El nivel de calidad de los artículos estuvo entre media
y alta (87 %). Todas las publicaciones analizadas se encuentran indexadas en la Web of
Sciences, el 21 % se situaba en el cuartil Q1, el 67 % en el cuartil Q2 y el 12 % en el
cuartil Q3. El promedio de citas por artículos fue de 24. En resumen, los artículos
incluidos tienen la calidad suficiente para ser examinados en el presente trabajo
(Anexo 2).
Análisis de los diagnósticos clínicos y de las variables sociodemográficas
Se incluyeron en la revisión 24 artículos, con un total de 4495 sujetos, de ellos, 3684
fueron pacientes con diagnóstico de epilepsia, rango de edad de 30-45 años (M = 37,1;
SD = 3,58). En la tabla 2 se muestra que el diagnóstico más frecuente fue ELT que
representó el 72 % (2655/3684) de los pacientes. En el resto de los estudios,
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distribución y reproducción no comerciales y sin restricciones en cualquier medio, siempre que sea debidamente citada la fuente
primaria de publicación.
encontramos combinaciones de ELT con esclerosis mesial, ELF, epilepsia del lóbulo
frontal (ELO), epilepsias con crisis generalizadas y epilepsias focales con evidencias de
tónico clónico bilateral.
Del total de estudios, cinco (21 %) con pacientes con ELT utilizaron como sujetos
controles a pacientes con ELF
(19)
y ELO
(20)
y la enfermedad de Huntington.
(21)
Se
identificaron tres estudios no controlados (13 %). En 16 estudios controlados (67 %)
participaron 710 sujetos de la población general, con un rango de edad de 30-43 años
(M = 36,9; SD = 4,3). No hubo diferencias significativas entre los grupos de pacientes y
controles respecto a la media de la edad (t = 0,17; p = 0,86) y el género (Pearson chi
cuadrado: 1,57, df = 1, p = 0,21).
Tabla 2 - Características sociodemográficas de los participantes
Grupo Experimental
Grupo Control
Estatus (N)
Edad M SD)
Femenino N (%)
Estatus (N)
Edad M SD)
Femenino N (%)
TLE (41)
32.9(4.2)
25 (61)
C (51)†
35,8 (1,6)
29 (57)
TLE y TLF* (32)
37.5(4.9)
17 (53)
C (15)
42,0 (13,0)
11 (73)
TLE (46)
NM
NM
C (25)†
NM
NM
TLE (96)
36,9 (11,6)
63 (66)
C (82)
33,6 (12,5)
49 (60)
TLE (22)
NM
NM
C (10)
NM
NM
TLE (55)
37,7 (4,1)
35 (63)
C (53)
NM
NM
TLE (12)
37,9 (3,2)
9 (75)
C (10)
42,1 (3,1)
4 (40)
TLE (291)
36,4 (0,7)
142 (49)
C (135)†
37,2 (9,4)
79 (58)
TLE* (84)
35,1 (10,4)
52 (62)
C (102)†
37,8 (12,4)
50 (49)
TLE (85)
33,8 (0,5)
33 (39)
C (40)
36,1 (9,6)
11 (28)
TLE (100)
37,1 (11,6)
33 (33)
C (82)
33,6 (12,5)
49 (60)
TLE y TLO* (36)
33,6 (2,4)
24 (67)
C (18)
30,3 (10,4)
11 (61)
TLE (26)
29,9 (1,2)
16 (61)
C (24)
32,0 (12,5)
17 (71)
TLE (40)
44,3 (12,9)
27 (68)
C (30)
43,4 (16,5)
20 (67)
TLE* (145)
41,4 (2,2)
49 (34)
C (45)
41,7 (13,5)
19 (42)
TLE (55)
40,1 (12,2)
30 (55)
C (58)
34,0 (10,6)
33 (57)
TLE (70)
36,1 (13,6)
37 (53)
C (46)
36,2 (14,1)
27 (59)
TLE (185)
37,9 (11,4)
106 (57)
NC
NM
NM
TLE (85)
36,2 (13,3)
38 (45)
C (47)
36,2 (13,9)
19 (40)
TLE* (203)
34,1 (1,1)
56 (28)
C (101)
32,33 (9,0)
42 (42)
TLE (407)
36,3 (12,2)
225 (55)
C (150)
35,3 (13,2)
91 (61)
TLE (445)
33,9 (1,5)
243 (55)
NC
NM
NM
LTE (5)
45,4 (5,4)
4 (80)
C (5)†
45,6 (1,6)
4 (80)
TLE* (800)
38,2
NM
NC
NM
NM
Leyenda: Se utilizan pacientes con una determinada característica como controles* ELT y más de un grupo experimental. M: Media.
SD: Desviación estándar. C: Controles. NC: Estudio no controlado. NM: no mostrado
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Caracterización de los fenotipos cognitivos
Para la evaluación de los fenotipos o perfiles cognitivos se reagruparon las pruebas
neuropsicológicas en diferentes dominios cognitivos según se referían en los 24 artículos
revisados (Anexo 3).
La memoria fue evaluada a través de 23 pruebas,
(6-13,19-30,32-34)
el lenguaje a través de
14 pruebas,
(6-13,2231,33,34)
la función ejecutiva a partir de 14 pruebas,
(6-11, 13,19,20,2225,2734)
las habilidades visuoespaciales a partir de 9 pruebas,
(6,9,10,12,13,19,20,22,26-29,34)
la atención
a través de 6 pruebas,
(6,19,23,25,27,29,32)
la velocidad psicomotora mediante 5 pruebas
(6,9
13,19,25,28)
y la inteligencia a través de 3 pruebas.
(6-13,19,2228,30,31,33,35)
La compensación
emocional fue evaluada a partir de 4 pruebas,
(8,19,24,27,29,32)
el funcionamiento cognitivo
global mediante 2 pruebas,
(29,32)
los aspectos psicosociales
(27)
y la teoría de la mente
(7)
a partir de una prueba de cada una.
Análisis de los dominios y las pruebas neuropsicológicas
Los dominios más analizados fueron la memoria (96 %), el lenguaje (79 %), la función
ejecutiva (63 %), la inteligencia (54 %), las habilidades visuoespaciales (50 %), la
atención (33 %) y la velocidad psicomotora (33 %). Cada dominio mencionado fue
explorado mediante pruebas neuropsicológicas (Anexo 3).
Para evaluar la memoria la prueba más utilizada fue el WMS en sus diferentes versiones
(14/24; 58,3 %), el RAVLT (5/24; 21 %), el ROCFT (4/24; 17 %) y el CAVLT (4/24; 17 %).
Para el lenguaje se utilizó el BNT (13/24; 54 %); los test de fluencia (7/24; 29 %), el
COWAT (5/24; 21 %), etc. Para la función ejecutiva se utilizó el WCST (9/24; 38 %); el
TMT (8/24; 33 %); el test Stroop (7/24; 29 %); el WAIS (4/24; 17 %); test de fluencia
(2/24; 8 %) y Torre de Londres (1/24; 4 %), entre otras.
Para valorar las habilidades visuoespaciales se empleó el test de orientación espacial de
Benton (5/24; 21 %); test de reconocimiento facial (3/24; 13 %); el ROCFT (3/24; 13 %),
etc. Para la atención se empleó el test de dígitos (4/24; 17 %); el test Stroop (3/24; 13
%) y el TMT (2/24; 8.3 %), etc. La velocidad psicomotora a través del TMT (6/24; 25 %)
y el test Grooved Pegboard (6/24; 25 %). La inteligencia con el WAIS en sus diferentes
versiones (17/24; 71 %).
El área de la compensación emocional fue valorada con la BDI (4/24; 17 %), la BAI (2/24;
8,3 %) y el HADS (2/24; 8,3 %), etc. El funcionamiento cognitivo global a partir del MMSE
(2/24; 8,3 %) y el MoCA (1/24; 4,1 %). La calidad de vida a través del QOLIE-31(1/24;
4,1 %) y la teoría de la mente (1/24; 4,1 %) con el FPT.
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Caracterización de las alteraciones cognitivas encontradas
El dominio más afectado fue la memoria (88 %), la función ejecutiva (63 %), el lenguaje
(46 %) y la velocidad de procesamiento (42 %) (Anexo 4).
Se observó que 10/24 (42 %) de los estudios identificaron perfiles cognitivos a partir la
combinación de dominios cognitivos, de ellos basados en técnicas de reagrupamiento
estadístico 6/24 (25 %)
(913,28)
y en criterios clínicos 4/24 (17 %).
(8,23,26,30)
Un artículo
incluyó ambos criterios encontrando concordancia entre los métodos 1/24 (4,1 %).
(11)
El
resto de los artículos 10/24 (42 %) mencionan el dominio o la prueba cognitiva afectada,
o no, en ocasiones comparándolo con sujetos controles sanos o con otro diagnóstico
clínico. En cinco artículos (21 %)
(8,9,11,23,30)
se mencionaron pacientes sin deterioro
cognitivo (n = 595/3684; 16 %), dos estudios
(10,13)
reportaron pacientes con alteraciones
cognitivas mínimas (n = 96/3684; 2 %) y un artículo
(12)
mencionó pacientes con un
funcionamiento cognitivo globalmente alto (n = 55/3684; 1,4 %).
Fenotipos o perfiles cognitivos y neuroimágenes
En el 50 % de los estudios se incluyeron medidas de resonancia magnética nuclear (RMN)
para establecer los perfiles cognitivos.
(6,9,10,13,23,25,26,28,30-33)
En 8 estudios (33,3 %) se
correlacionaron los estudios de imágenes y los fenotipos cognitivos.
(6,9,10,13,23,25,30,31)
Reyes y otros
(30)
encontraron cuatro perfiles cognitivos asociados indistintamente a los
resultados de las neuroimágenes. El perfil con deterioro del lenguaje y la memoria y el
deterioro de memoria presentaban distintos patrones de anomalías microestructurales,
en comparación con el grupo control. El perfil con deterioro del lenguaje y la memoria
mostraron alteraciones extensivas en los tractos de sustancia blanca y alteraciones
globales en la topología de la red de sustancia blanca. El perfil con deterioro del
lenguaje presentaba pobre estructura de la red en la corteza perisilviana, aunque
relativa estructura intacta de la red de sustancia blanca. El perfil sin deterioro cognitivo
presentaba todas las mediciones cognitivas y de imágenes similares a los controles
sanos.
Fenotipos o perfiles cognitivos y tratamiento quirúrgico
La mayoría de los artículos (21/24; 88 %), analizaban los dominios cognitivos en la etapa
prequirúrgica y solo tres (13 %) se centraron en valorar la evolución de los perfiles
cognitivos después de la cirugía.
(7,8,26)
Gargaro y otros
(26)
identificaron un perfil atípico
de memoria en el 75 % de los casos. Los tratados con lobectomía temporal derecha no
mostraron déficit cognitivo significativo y los tratados con lobectomía temporal
izquierda evidenciaron mayor declive cognitivo después de la cirugía, sobre todo en los
que tenían en la etapa prequirúrgica mejor rendimiento en la memoria verbal y en el
test de nominación. Asimismo, Baxendale y otros
(8)
evaluaron la utilidad de los fenotipos
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cognitivos derivados de criterios clínicos en la predicción de resultados posoperatorios.
Los autores lograron identificar tres grupos de fenotipos clínicos; sin embargo, no
tuvieron un impacto significativo en la predicción de la eficacia para tratar el déficit
cognitivo luego de la cirugía.
Discusión
El principal resultado de esta revisión es que los pacientes con epilepsias
farmacorresistentes se caracterizan por presentar alteraciones en el funcionamiento
cognitivo, manifestada en patrones variables de afectación en diferentes dominios
cognitivos.
Deterioro cognitivo en las ELT
En un inicio se pensaba que las alteraciones cognitivas en la ELT estaban directamente
asociadas con la localización de la zona epileptogénica (ZE). Según el modelo tradicional
de la memoria, las alteraciones de tipo verbales indicaban lesión izquierda y las
visuoespaciales secundarias a lesiones del hemisferio derecho.
(36)
Sin embargo, otros
modelos demuestran que la lateralidad del daño no es el único factor que explica la
complejidad en el patrón cognitivo.
(37)
La memoria constituye uno de los dominios cognitivos más afectados en las ELT.
(1)
Los
artículos reportan mayor daño en memoria verbal, no verbal, inmediata y diferida, así
como, el autorreporte de memoria prospectiva y retrospectiva.
(20,23,26,28)
Consistente
con la literatura, la ELT se caracteriza por alteraciones de la memoria, dificultades en
la formación y el almacenamiento de recuerdos episódicos a largo plazo que son el
reflejo de daño en estructuras del lóbulo temporal medial. Aproximadamente, en el
80 % de los pacientes se ha podido asociar estas alteraciones cognitivas con anomalías
en la RMN que incluyen tumores, heterotopias y esclerosis hipocampal.
(38)
Estudios previos demuestran que, la variabilidad en el patrón de alteración en las
modalidades de memoria está asociada con anomalías en la conectividad cerebral entre
las estructuras temporales mesiales afectadas y otras áreas extratemporales. Por
ejemplo, la memoria diferida está asociada con daños en el tracto longitudinal inferior
que conecta al lóbulo temporal con el lóbulo occipital
(9)
o la presencia de alteraciones
en la memoria inmediata por daños en la conectividad entre el hipocampo y otras
regiones mbicas.
(25)
Sin embargo, otras de las fuentes de variabilidad para las
alteraciones en la memoria pueden deberse a la heterogeneidad de los instrumentos de
evaluación empleados.
(39)
En el grupo de estudios incluidos se utilizaron alrededor de 20
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instrumentos con modificaciones de los autores, lo que puede redundar en cambios en
la sensibilidad a la hora de determinar disfunción del lóbulo temporal.
Otros de los dominios que también se afecta en las epilepsias ELT es el funcionamiento
ejecutivo.
(39)
Estudios de neuroimágenes a pacientes con ELT comparados con sujetos
controles sanos encontraron que los pacientes presentaron una reducción del volumen
de la corteza prefrontal dorso-lateral derecha la cual estaba asociada con alteración en
la memoria de trabajo. Aunque las evidencias no son claras, hay hipótesis que plantean
que las alteraciones en el funcionamiento ejecutivo son secundarias al efecto negativo
del ZE en el hipocampo sobre la función de regiones del lóbulo frontal
(40)
o descargas
interictales que se propaguen al lóbulo frontal a través de conexiones corticales
prefrontales con el lóbulo temporal medial.
En resumen, en dependencia de las características de la ZE y su relación con regiones
adyacentes y de mecanismos compensatorios producto de largo tiempo de evolución de
la enfermedad, los pacientes con ELT no solo presentarán afectación en la memoria
como rasgo distintivo del déficit cognitivo, sino que pueden manifestar alteraciones en
otros dominios cognitivos no necesariamente sustentados por la localización temporal,
como es el caso de las funciones ejecutivas.
(39)
Deterioro cognitivo en otros tipos de epilepsias focales
La ELF se caracteriza por déficit de la coordinación y planeamiento motor, reducción
del volumen de atención, dificultades en la respuesta inhibitoria de tareas complejas y
deterioro en la destreza motora y compromiso de la cognición social.
(2)
En una revisión sistemática de pacientes ELF o ELT, en la evaluación prequirúrgica se
observó disminución de las fluencias verbales fonológica y semántica en ambos grupos,
respecto a individuos sanos. Teniendo en cuenta la lateralidad, los pacientes ELT con
daño izquierdo tuvieron mayor daño que los derechos. Por otra parte, los pacientes ELF
presentaron mayor alteración en la fluencia fonética que los ELT.
(41)
Otro metaanálisis
demostró alteraciones en teoría de la mente y en reconocimiento facial emocional en
pacientes ELT, comparados con controles sanos, en el que los casos con ELT derecha
expresaban peor reconocimiento emotivo facial.
(42)
En otra revisión que investigaba
niños y adultos con ELF se corroboró una disfunción ejecutiva con influencia de la edad
de inicio y el tiempo de evolución de la epilepsia.
(43)
La afectación ejecutiva en la ELT
pudiera estar vinculada al compromiso microestructural, específicamente, en
diferentes tractos de sustancia blanca, por ejemplo, el fascículo uncinado.
(30)
Por tanto, en las epilepsias farmacorresistentes el patrón variable de afectación
cognitiva debe ser evaluado y analizado de manera individualizada
(35)
teniendo en
cuenta el efecto de múltiples factores tales como la edad, nivel educativo, efecto de
los fármacos antiepilépticos, concurrencia de crisis epilépticas
(44)
y localización y
lateralización de la ZE.
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Fenotipos o perfiles cognitivos basados en baterías de múltiples test
Existen varias estrategias para definir los perfiles cognitivos: a partir de datos
clínicos,
(11)
de la combinación de variables neuropsicológicas o mediante
reagrupamiento estadístico (por ejemplo, análisis de clúster).
(10)
De los artículos revisados, el 21 % identificaron perfiles cognitivos a partir de la
normalización de variables cognitivas.
(911,23,30)
El método más usado fue el empleo de
los valores de Z, tomando como referencia 1,5 de la desviación estándar (SD) por debajo
de la media de los controles. Reyes y otros
(30)
combinaron los dominios de memoria y
lenguaje para caracterizar cuatro fenotipos: alteración de lenguaje y memoria,
deterioro de memoria, deterioro de lenguaje y no deterioro en ambos dominios.
En otro trabajo, Reyes y otros
(11)
evaluaron memoria, lenguaje, función ejecutiva,
velocidad de procesamiento y destreza motora, mediante siete pruebas
neuropsicológicas para identificar posibles fenotipos que van desde el deterioro
generalizado, el deterioro específico (un dominio afectado), hasta el perfil normal
(todos los dominios normales). Recientemente, Baxendale y otros
(8)
evaluaron los
dominios de inteligencia, memoria, lenguaje y función ejecutiva, utilizando nueve
tareas de seis baterías neuropsicológicas para categorizar a pacientes con deterioro
generalizado o mixto, alteración en memoria y lenguaje y cognición intacta. De manera
general, se observa divergencia en la cantidad de dominios y pruebas neuropsicológicas
empleadas para caracterizar los fenotipos cognitivos.
Con respecto a las pruebas empleadas, en el caso de la memoria, la mayoría de los
estudios son congruentes con la exploración de la memoria verbal y no verbal con
pruebas clásicas, entre ellas el WMS,
(13)
el CVLT y el RFCT.
(29)
Sin embargo, es común
observar el uso de otras pruebas para evaluar este dominio, por ejemplo, el BNT y el
WAIS, utilizadas generalmente para evaluar lenguaje e inteligencia. Por otro lado, se
emplean las pruebas de fluencia (fluidez fonológica, semántica y categórica) para
evaluar tanto el funcionamiento ejecutivo como el lenguaje. De manera general, la
variabilidad reportada con anterioridad pudiera dificultar la comparación entre los
estudios.
A pesar de que no existe una estandarización clara sobre los instrumentos a utilizar en
las baterías diagnósticas, se deben explorar como mínimo memoria, atención, lenguaje,
funciones ejecutivas, capacidad visuoespacial, inteligencia, depresión, ansiedad y
calidad de vida.
(45)
Por tanto, en estudios ulteriores deben tenerse en cuenta las
recomendaciones mencionadas anteriormente y utilizar la clasificación de los dominios
neuropsicológicos según el Manual de Clasificación de las Enfermedades Mentales (DMS-
5).
(16)
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Sobre los fenotipos o perfiles cognitivos y neuroimágenes
Se ha podido comprobar con el desarrollo de las neuroimágenes que las afectaciones en
múltiples dominios cognitivos se deben a las alteraciones de redes neurales a gran escala
que están presentes en las epilepsias farmacorresistentes.
(13)
En la ELT las redes
implicadas involucran la formación hipocampal y sus circuitos funcionales, incluyendo
la corteza temporal lateral y anterior, la ínsula, el tálamo, el giro cingulado y la corteza
prefrontal, lo cual provee el sustrato neuroanatómico de las alteraciones de la memoria
y del lenguaje, así como de otras funciones cognitivas (atención y funciones
ejecutivas).
(28)
En artículos previos se establec la relación entre los perfiles cognitivos y las
neuroimágenes y se identificaron correlaciones diversas en función de las variables
analizadas. Dabbs y otros
(9)
encontraron que los fenotipos cognitivos obtenidos
empíricamente se asocian con la presencia, gravedad y distribución de anomalías
anatómicas córtico-subcorticales en el cuerpo calloso y cerebelo, ampliamente
distribuidas en las redes. Estos resultados concuerdan con estudios que demuestran la
asociación entre alteraciones cognitivas generalizadas y una disminución de la
anisotropía fraccional y del volumen de sustancia blanca en pacientes con ELT con
esclerosis hipocampal bilateral.
(4)
Asimismo, se ha demostrado que los fenotipos cognitivos pueden diferenciarse entre
por la presencia de anomalías microestructurales de sustancia blanca, tanto a nivel
regional como en toda la red. Estos hallazgos podrían ayudar a desentrañar la
neurobiología subyacente asociada con un déficit cognitivo en estos pacientes y ayudar
a establecer taxonomías cognitivas o la predicción del curso cognitivo en la ELT.
(30)
Por
tanto, la integración de pruebas funcionales y estructurales pudiera ser útil en la
evolución y pronóstico de los pacientes con epilepsias farmacorresistentes.
Evolución posquirúrgica de los fenotipos o perfiles cognitivos
Es importante identificar el patrón de alteración cognitiva en los pacientes con
epilepsias farmacorresistentes, así como, conocer la evolución de estas alteraciones o
la posibilidad de revertir los déficits cognitivos tras la cirugía de epilepsia. En los
estudios incluidos en esta revisión se identificó la heterogeneidad en el patrón cognitivo
posquirúrgico.
(8,10,26)
Algunos autores mencionan que el decremento de memoria
constituye la complicación neurocognitiva en la resección anterior de la ELT, sobre todo
en los operados del lado izquierdo.
(26)
Otros reportan estabilidad en la memoria,
mayormente en ELT operados del lado derecho.
(26,46)
Asimismo, se sugiere mejoría de la
función ejecutiva y la memoria después de la cirugía en las epilepsias
farmacorresistentes (ELT y extratemporales). Recientemente se observó que la función
ejecutiva en pacientes con epilepsia extratemporal (lobectomía frontal a 15/34
pacientes) no se agrava después de la cirugía.
(15)
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En este sentido, se han podido identificar factores de riesgo que explican el deterioro
cognitivo después del tratamiento quirúrgico.
(47)
Por ejemplo, la edad avanzada en el
momento de la intervención, el tipo y extensión de la enfermedad subyacente (la
esclerosis del hipocampo implica peor pronóstico), lateralidad donde se realiza la
cirugía (la cirugía en el hemisferio dominante se relaciona con mayor riesgo de deterioro
de memoria verbal).
(47)
Los años de educación se consideran un marcador de reserva
cognitiva (a menor educación, mayor riesgo de deterioro cognitivo).
(48)
Existen otros
factores de tipo clínicos que se pudieran mencionar: un inicio temprano de la
enfermedad, tiempo de evolución prolongado o la presencia de un fenotipo cognitivo
normal antes de la cirugía, están relacionados con peor pronóstico del daño cognitivo
posquirúrgico.
(8)
Por otra parte, existen factores de buen pronóstico después de la
cirugía en ELT, como son la demostración de la lesión por RMN asociada con la resección
completa de la ZE.
(49)
De manera general, las consecuencias neuropsicológicas posquirúrgicas en los pacientes
con diferentes síndromes epilépticos son difíciles de comparar entre los estudios, debido
a la diferencia en los test aplicados, la extensión de resección de la cirugía, el tamaño
de las muestras de pacientes, la duración de la epilepsia y las diferencias
neuropatológicas incluidas en las diferentes investigaciones.
(50)
Por tanto, en estudios
futuros se deben dirigir los esfuerzos a caracterizar los fenotipos cognitivos en pacientes
con epilepsias farmacorresistentes, a partir de una estandarización en la clasificación
diagnóstica de los test neuropsicológicos y lateralización de la resección, tanto antes
como después del tratamiento quirúrgico.
En resumen, la importancia del estudio de los fenotipos o perfiles cognitivos radica en
la demostración de una heterogeneidad cognitiva reportada hasta el momento y que
necesita homogenización en los estudios realizados en esta población. Los fenotipos
también permiten caracterizar el continuo de severidad cognitiva en estos pacientes y
aportan información predictiva individual y grupal sobre la evolución cognitiva posterior
a la cirugía, a partir de lo cual se pueden diseñar estrategias de intervención apropiadas
para cada paciente.
Limitaciones del estudio
Las limitaciones de nuestro trabajo están basadas en la disponibilidad de los datos en
la literatura científica. El primero de los factores es la escasez de los datos negativos
que se reportan con respecto a los resultados que muestran diferencias significativas
entre individuos enfermos y la población sana. En segundo lugar, los resultados
evidencian la presencia de diferentes versiones de un mismo test o varios test para
evaluar un dominio en particular, o varios dominios. Esto trae como consecuencia un
aumento en la variabilidad de los resultados o que exista una subestimación de las
diferencias estadísticas por el empleo de test o instrumentos con baja sensibilidad para
encontrar las discrepancias. El cálculo del tamaño del efecto podría resolver en parte
este problema, pero excede el marco de las revisiones sistemáticas.
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Conclusiones
Los pacientes con epilepsias farmacorresistentes presentan alteraciones en el
funcionamiento cognitivo con un patrón heterogéneo dado por una variabilidad en el
daño cognitivo, que puede ir desde la cognición normal, presentarse en dominios
afectados o de forma generalizada. Para el pronóstico de efectividad del tratamiento
quirúrgico en estos pacientes, existe un interés creciente en clasificar el daño cognitivo
en forma de fenotipos o perfiles cognitivos. Sin embargo, a partir del estudio realizado
se constata que aún persiste heterogeneidad en las pruebas neuropsicológicas
utilizadas, los dominios empleados, las clasificaciones de los fenotipos cognitivos, así
como, las características clínicas e imagenológicas asociadas a los mismos. Para mejorar
en la identificación de tales fenotipos cognitivos se necesita no solo comprender la
neurobiología subyacente de estos fenotipos, sino que es necesario armonizar las
estrategias de identificación de dichos perfiles para lograr reproductibilidad en los
hallazgos reportados en la literatura.
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Conflicto de intereses
Los autores declaran no tener conflictos de intereses.
Contribuciones de los autores
Marilyn Zaldivar-Bermúdez: conceptualización, análisis formal, investigación,
metodología, supervisión, visualización, redacción borrador original, redacción
revisión y edición.
Lilia María Morales-Chacón: investigación, visualización, supervisión, redacción
borrador original, redacción revisión y edición.
Amaray Cabrera Muñoz: metodología, redacción borrador original, redacción revisión
y edición.
Raúl Mendoza-Quiñones: metodología, redacción borrador original, redacción
revisión y edición.