1. Emisión: contracción de los conductos deferentes para impulsar los espermatozoides hacia la uretra
prostática, donde se mezclan con la producción de la próstata y las vesículas seminales. El semen
se acumula en la uretra prostática y las glándulas uretrales lubrican la uretra. Esta fase depende del
sistema nervioso autónomo simpático dorsolumbar (T12-L2).
2. Cámara de alta presión: cierre de ambos esfínteres, interno y externo, lo que genera un tapón en la
uretra prostática. Se controla por el simpático y el parasimpático.
3. Expulsión: se producen contracciones clónicas de los músculos perineales y peristaltismo uretral,
produciéndose una salida discontinua y rítmica del eyaculado, tras la apertura del esfínter externo,
el interno permanece cerrado. Las contracciones son placenteras y forman parte del orgasmo con
unas 10-15 contracciones. Posteriormente viene un periodo refractario desde el punto de vista
sexual.
4. Vías eferentes: descendiendo a través de las astas anterolaterales hasta el centro simpático (T12-
L2) y el parasimpático (S2-S4). El primero viaja a través del nervio hipogástrico para generar la
contracción de la musculatura lisa de los órganos genitales y el cierre del esfínter interno, regulando
la fase de emisión. A través del nervio pudendo interno el centro parasimpático controla las
contracciones clónicas eyaculatorias de los músculos isquio y bulbocavernosos y la apertura del
esfínter externo, controlando así la fase de expulsión.
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5. Núcleos medulares: integran la información de las aferencias de los receptores periféricos y
eferencias supraespinales a nivel del núcleo lumbar espinotalámico (LST), constituyendo el lugar
generador de la eyaculación. Este núcleo se encuentra a nivel de L3-L4 y explica que pacientes con
lesión medular sobre T10 tengan eyaculaciones reflejas a la estimulación peneana vibratoria. Por
otra parte, las estructuras supraespinales, como las corticales y subcorticales, constituyen circuitos
que parecen inhibir la eyaculación. Además, los neurotransmisores median el control neurológico.
Por otro lado, el aumento de la serotonina en la sinapsis neuronal retrasa la eyaculación.
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6. Variaciones fisiológicas: la eyaculación se modifica con la edad. El periodo refractario aumenta y
la fuerza y frecuencia de eyaculación y su característica bifásica declinan marcadamente después
del máximo de la adolescencia.
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Está descrita en la literatura una pérdida progresiva axonal
sensorial, que empieza a manifestarse en la tercera década de la vida y que puede llegar a producir
alteraciones de la eyaculación.
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También la edad ocasiona que el hombre requiera incrementar la