Desarrollo
Mediante la observación de monos antropoides actuales,(8) se infiere que la relación de ayuda en el campo
de la salud tuvo como primera manifestación la conducta de un australopiteco, capaz de compadecerse de
un congénere, severamente enfermo o herido, y motivarse a acompañarle. Su propósito de ofrecerle algún
alimento, protegerle de las fieras y esperar su recuperación espontánea, o su muerte, se erigió como
“embrión” filogenético de la relación médico-paciente, cuyo desarrollo histórico implicó la aparición del
chamán.(9)
Hasta nuestros días, en todo grupo social han existido personas interesadas en las gestiones de salud y
dedicadas a las mismas con mayor o menor éxito de acuerdo con sus conocimientos, habilidades, actitudes,
hábitos y experiencia acumulada.(10)
La selección para este rol social ha sido atribuida por milenios a factores motivacionales, talento más o
menos cultivado, modelos e influencias familiares, estudios y entrenamiento profesional o simplemente a
la casualidad.
Sin embargo, siempre se han destacado características comunes, expresadas mediante la solidaridad, el
cuidado de la imagen pública, el control de la comunicación verbal y extraverbal, la inteligencia emocional,
las actitudes compasivas, respetuosas y, sobre todo, su vocación de ayuda en el campo que nos ocupa.(11)
En las concepciones populares se establecieron como virtudes el ser astuto, responsable, bondadoso, de
buen ánimo, pulcro y con vestuario adecuado. Entre los objetivos básicos de su dedicación se integraron:
prevenir, examinar “con manos blandas”, curar, sanar, aliviar y, en último, caso consolar.
Desafortunadamente, en el mundo actual estas características tienden a ser subvaloradas por algunos
proveedores y añoradas por muchos habitantes de nuestro planeta.(12)
En este largo trayecto, el papel protagónico inicial-conferido al brujo y después al médico (relación
médico-paciente) ha sido necesaria y progresivamente ampliado por la enfermera (relación médico-
enfermera-paciente), por el equipo profesional, tecnológico y técnico (relación equipo profesional y
técnico-paciente-familiar); por el equipo ampliado, que incluye a trabajadores auxiliares y administrativos
(relación equipo ampliado-paciente familiar-comunidad) y ganó su mayor generalización al reconocer
entre los proveedores a profesionales y técnicos de disciplinas afines como estomatología, psicología,
sociología, ingeniería, física nuclear; así como personal dedicado a la elaboración y expendio de vacunas,
reactivos, medicamentos y, también con muy alta relevancia, dirigentes y decisores políticos y
administrativos que permiten la distribución equitativa de los recursos materiales y humanos necesarios.(7)