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Revista del Hospital Psiquiátrico
de La Habana
Volumen 19 | Nº 1 | Año 2022 ISSN: 0138-7103 | RNPS: 2030
_____________________________________________
Historia y Pedagogía
Sexualidad, complejos y mitología griega
Sexuality, complexes and Greek mythology
Manuel Correa Jáuregui
1
Olga Lina Sariol Ávila
1
1
Hospital Militar Central Dr. Luis Díaz Soto”. La Habana, Cuba.
Recibido: 7/3/2021
Aceptado: 7/6/2022
RESUMEN
Introducción: La Grecia antigua se caracterizó por una época en la que los dioses,
consolidados en el imaginario popular, gobernaban casi todos los aspectos de la vida de
los mortales. Fue particularmente rica en el desarrollo de historias o relatos
comprendidos dentro de la mitología, los cuales inmortalizaron grandes artistas al
plasmarlos en pinturas u otras expresiones del arte. La sexualidad y el sexo no escaparon
de la visión reducida que el desarrollo científico de entonces permitía, pero log
quedar como aportes a la medicina, psicología y otras especialidades en general, al
nombrar algunos comportamientos, conductas e incluso parafilias. Entre las más
hermosas historias se pueden encontrar la de Dafne, Diana, Hebe, Hermafrodito,
Ganímedes, y otros, que se utilizaron para dar una explicación a distintos sucesos que
ocurrían en la vida de nuestros antepasados.
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Objetivo: Este artículo se propone relacionar algunas historias contenidas en la
mitología griega con aspectos de la sexualidad humana, la conducta de nuestros
antepasados y la psicopatología.
Métodos: Se realizó una revisión de los artículos más actuales, así como textos clásicos
de literatura universal que abordan el tema, con los cuales se establecieron los puntos
coincidentes entre los mitos y el comportamiento humano.
Conclusiones: La sexualidad y la mitología establecen puntos de encuentro al describir,
en diversos pasajes de sus historias, similitudes con fenómenos o trastornos presentes
en el comportamiento humano o en la psicopatología general.
Palabras clave: sexualidad; mitología griega; psicopatología.
ABSTRACT
Introduction: Ancient Greek was characterized by an era in which the gods,
consolidated in the popular imagination, ruled almost all aspects of the lives of mortals.
It was particularly rich in the development of stories or tales comprised within
mythology, which immortalized great artists by capturing them in paintings or other
expressions of art. Sexuality and sex did not escape the reduced vision that the scientific
development of the time allowed, but managed to remain as contributions to medicine,
psychology and other specialties in general, by naming some behaviors, behaviors and
even paraphilias. Among the most beautiful stories we can find those of Daphne, Diana,
Hebe, Hermaphrodite, Ganymede, and others, which were used to explain different
events that occurred in the lives of our ancestors.
Objective: This article aims to relate some stories contained in Greek mythology with
aspects of human sexuality, the behavior of our ancestors and psychopathology.
Methods: A review of the most current articles was carried out, as well as classic texts
of universal literature that address the subject, with which the points of coincidence
between myths and human behavior were established.
Conclusions: Sexuality and mythology establish meeting points by describing, in various
passages of their stories, similarities with phenomena or disorders present in human
behavior or in general psychopathology.
Keywords: sexuality; Greek mythology; psychopathology.
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Introducción
La Grecia antigua se caracterizó por una época en la que los dioses gobernaban todo lo
que ocurría en la vida de los mortales, según el imaginario popular. Desde el nacimiento
hasta la muerte, se creía que todo se relacionaba con la voluntad de los dioses, sus
antojos y deseos. Todo culminaba con la muerte que era decidida por la anciana Átropos
(τροπος, “inexorable”, “inevitable”, “que nadie puede escapar”), quien era la más
antigua de las tres Parcas y, con sus temibles tijeras, cortaba las hebras de la vida. Eran
las tres hijas de Zeus y Temis: la más joven, Coto (la hilandera), con una rueca y un
huso hilaba la hebra de la vida; Láquesis (la que echa la suerte), con su vara medía la
longitud de la hebra y asignaba el destino; y Átropos, antes mencionada.
(1)
Con la “ayuda de los dioses” se daba explicación a todos los fenómenos naturales que
no podían ser comprensibles con el desarrollo de la ciencia, la filosofía, la medicina u
otras disciplinas de esa época. Para esto dotaron a seres superiores y poderosos, con
aspectos o imagen similares a ellos mismos en el aspecto externo, con necesidades y
costumbres muy parecidas a la de los humanos. El poder de los dioses era tal, que influía
en todos los aspectos de la vida, con lo cual la sexualidad tampoco escapaba a sus
designios.
Desde las primeras etapas de la civilización se comienzó a atribuirles a los fenómenos
sin explicación, la participación de una voluntad divina, lo cual dio pie a los mitos y a
la mitología.
Mitología, derivado del griego mythoi (cuentos) y legein (acción de contar), es un
conjunto de mitos relativamente cohesionados, relatos que forman parte de una
determinada religión o cultura, están entre las más frecuentes la griega, la romana y la
escandinava. Se le denomina mitos a los discursos, narraciones o expresiones culturales
de origen sagrado, tradiciones y leyendas creadas para explicar el universo, el origen
del mundo, los fenómenos naturales y cualquier evento para lo cual una sociedad
determinada no ha podido dar una explicación sencilla.
Existen deferentes hechos que relacionan la mitología y la sexualidad. Historias de
dioses, ninfas u otros seres mitológicos sirven para nombrar diversos fenómenos de la
vida cotidiana y de la psicopatología. Entre las más hermosas se pueden encontrar las
historias sobre Afrodita, Dafne, Diana, Hebe, Ganimedes entre otros, que recuerda
cómo en la antigüedad los conflictos eran explicados por el accionar de los dioses y
ahora, mucho tiempo después, se le asigna una explicación más racional, pero
manteniendo el nombre que le dio origen.
Se comprende por sexualidad la forma de pensar, sentir y comportarse como seres
sexuados, los sentimientos, actitudes, valores y modos de conductas que más identifican
la personalidad, que dejan huellas, es activa y se proyecta a la realidad. Existen
múltiples conceptos de sexualidad, sin embargo, los autores toman la propuesta por la
Organización Mundial de la Salud (OMS), al considerarla más ajustada a los objetivos del
artículo:
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Es una dimensión central de los humanos que incluye el sexo, el género, la identidad
de género y sexual, la orientación sexual, el erotismo, los vínculos emocionales, el
amor y la reproducción. Se vivencia o expresa en pensamientos, fantasías, deseos,
creencias, actitudes, valores, actividades prácticas, papeles y relaciones
interpersonales. Es el resultado de la interrelación entre factores biológicos,
psicológicos, socioeconómicos, culturales, éticos y religiosos/espirituales.
(2)
A lo largo de los siglos la sexualidad ha sido formada en la cultura del NO, la prohibición,
la represión, el miedo, el silencio, los sermones moralizantes y la incomunicación.
Tradicionalmente la han rodeado de un halo de perniciosidad, culpabilidad, represión y
rechazo.
Era la Grecia antigua una sociedad predominantemente patriarcal, en la que la mujer
se mantenía recluida en el interior del hogar y sometida, más que por el esposo, por
una época que las condenaban a la férrea obediencia al padre, primero y, luego, al
esposo. Sin embargo, Platón llegó a reconocer que “las mujeres merecían ser educadas
como los hombres y que potencialmente y por naturaleza, eran tan inteligentes como
los hombres”.
(3)
Los comportamientos sexuales de la antigua Grecia se caracterizaban por la presencia
de la prostitución de forma habitual. Existían un gran número de prostíbulos en las zonas
costeras favorecidos con el desarrollo de comercio, estos lugares eran controlados por
el Estado y las prostitutas debían pagar un impuesto por desarrollar su actividad. Con
respecto al establecimiento de relaciones de parejas, se diferenciaban los derechos de
hombres y mujeres. A los hombres se les permitían las relaciones extramaritales, sobre
todo con las esclavas domésticas, con quienes podían tener hijos y ser reconocidos
legalmente. Otras compañeras eran las hetairas, que poseían belleza e intelectualidad.
Como compañía en las reuniones sociales fungían las concubinas, conocidas como
pallaké; y las porné eran profesionales del sexo o prostitutas libres. La esposa, por su
parte, debía mantenerse fiel a su esposo, pues podía perder su estatus o posición social.
Las conductas homosexuales entre jóvenes eran consideradas una forma de educación
en círculos de familias más pudientes, además eran aceptadas las relaciones que se
establecían entre un adulto (erastes) y un joven (eromeno).
(4)
Métodos
Se realizó una revisión de la literatura más actual que abarca el tema de la mitología
griega. Se consultaron textos clásicos, de obligada referencia, que abordan el tema.
Seguidamente, se estableció los puntos de contacto entre la historia, con sus mitos, y
algunos fenómenos, comportamientos o trastornos relacionados con la sexualidad o el
sexo.
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Desarrollo
Son muchos los dioses en los que se describen comportamientos particulares y forman
parte de los mitos que componen la mitología griega. Para hacer referencia al amor y
la sexualidad es necesario comenzar por las deidades con historias más relevantes en
este campo: Afrodita y Eros.
Afrodita, polémica por su belleza y por las relaciones que estableció, encarna el impulso
erótico y el placer del sexo; simboliza la fuerza de la pasión, el deleite del amor, el
atractivo de la belleza y el hechizo de su posesión. Nacida de la espuma formada en el
mar por los genitales castrados de Urano, quien fue a la vez, víctima de su hijo Cronos
y la hoz, a él entregada, por su madre Gea. Afrodita, Venus para los romanos, se
relaciona con el nacimiento de Adonis y su posterior disputa con Perséfone por su
cuidado. Tuvo relaciones con Ares y desencadenó la venganza de su marido, el temido
dios de la fragua Hefesto.
(5)
Estuvo ligada a los orígenes de la guerra de Troya, al
ofrecerle a Paris el amor de Helena, cumplía así la promesa que realizó por seleccionarla
como la más bella, en detrimento de Hera (la soberanía) y de Atenea (la sabiduría).
Intervino en hermosas historias de amor, como la de Eros y Psique, Pigmalión y Galatea.
Madre de Príapo, por una relación extramatrimonial con Dionisio, por demás, fue
responsabilizada con la deformidad fálica de su hijo al ser maldecida la concepción por
el toque de Hera. Madre de Eneas (con el mortal Anquises), de Hermafrodito (con
Hermes), de Himeneo (con Dionisio), entre otros, todos con historias propias.
Eros, dios primordial, es reconocido como coordinador entre lo terrenal y lo celestial,
cuya virtud fue la unificadora entre el caos y el cosmos. Dios engendrador del deseo
sexual, de la unión y el poder sobrecogedor del amor. Arredondo
(6)
hace referencia a la
existencia de varios puntos de vista en relación al dios y resalta a Pausanias, quien
describiría dos tipos: Eros Pandemo, con el cual aman los hombres ordinarios, aquellos
quienes aprecian el cuerpo por encima del alma y se enamoran de lo que es poco
estable. Por otro lado, Eros Uranio, guiado por lo más fuerte, suele ser estable y
permanecer firme por más tiempo.
(6)
Estos dioses representaban una amplia gama de conductas y sentimientos que irían
desde los deseos pasionales, hasta el amor idílico. Sin embargo, existían en la literatura
griega otras deidades afines con aspectos más controversiales de la conducta sexual
humana, que sirven para nombrar en ocasiones conductas que se alejan de los
establecido socioculturalmente como “normal”.
Otros dioses relacionados con conductas sexuales
Artemisa, conocida en la mitología romana como Diana, junto a Atenea y Vesta eran la
triada de diosas vírgenes. Estas diosas se caracterizaban por evitar todo contacto sexual
con hombres, a pesar de ser fértiles. Rolheiser,
(7)
refiriéndose a Artemisa, comentó:
“Aunque es la más virginal de las diosas, Artemisa no es asexual. Encarna una especial
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clase de sexualidad donde el acento está en la individualidad, integridad y soledad”. A
Artemisa se le representa con arco y flecha, era la cazadora, actividad reservada en esa
época a los hombres, por lo cual tenía los mismos derechos de estos últimos. En una
ocasión le pidió a su padre, Zeus, que la mantuviera virgen por siempre.
(8)
Se conoce como complejo de Diana cuando una mujer rechaza la condición femenina
que impone su medio sociocultural y decide actuar como un hombre. En la historia se
conocen varios ejemplos, entre ellos las burneshas, vírgenes juradas albanesas: ante la
ausencia de herederos varones por las frecuentes guerras de la época una hija de la
familia hacía ante la comunidad un voto de castidad y comenzaba a vivir como hombre.
Hoy ha trascendido como gesto de consagración familiar.
Otra historia similar es la de Dafne, cuyo nombre significa laurel. Aunque existen varias
versiones, coinciden en que era una ninfa de los árboles (dríade). Una de estas historias
refiere que era hija Dios del río Pneo y de Gea (la Tierra), y que se trataba de una
cazadora consagrada a Artemisa.
(9)
Cuenta la leyenda que era perseguida por el dios
Apolo, a quien Eros, molesto por las frecuentes burlas de Apolo por dudar de sus
habilidades como arquero y de llevar arcos y flechas al ser tan niño, en venganza,
disparó hacia él una flecha dorada para que se enamorase perdidamente de Dafne; sin
embargo, Eros disparó a Dafne una flecha con punta de plomo, que provocaba desprecio
y desdén hacia el dios. Dafne, cansada de ser perseguida por Apolo, pide a su padre, el
dios del río Peneo su auxilio: “¡Ayúdame, padre! ¡Si los ríos tenéis algún poder, haz que,
transformándose, desaparezca esta figura por la que he sido demasiado amada!”.
(10)
Su
padre la transforma entonces en un árbol que desde entonces llesu nombre, laurel,
el que se considera sagrado para Apolo al decir este: “Entonces, ya que no puedes ser
mi esposa, serás mi árbol”. De la misma forma este árbol fue convertido en un árbol de
gloria, servirían sus hojas para coronar a los generales victoriosos y también honrar a
los grandes poetas.
Se identifica en psicología como complejo de Dafne, al miedo irracional de las jóvenes
ante las relaciones coitales. Se le llama también “angustia de penetración”.
(11)
La virginidad, tan apreciada en varias sociedades también se identifica en la mitología
con la historia del dios Himeneo. El significado de su nombre, también llamado Himen,
deriva del tradicional grito nupcial hymeno o hymenaie. Era el dios de las ceremonias
de matrimonio, inspirador de las fiestas y las canciones. Se le representaba comúnmente
como un joven hermoso, alto y un tanto hermafrodita, que llevaba una antorcha nupcial
y una guirnalda como atributos.
(12)
Era la divinidad de las bodas y presidía todas las
ceremonias nupciales. Cuando se realizaba una ceremonia en su honor, evitaban sacar
la hiel de las entrañas de los animales sacrificados, como si quisieran indicar a los
esposos que deben controlarse los insultos y lo más oscuro de sus pensamientos, todo lo
que rompe la paz del matrimonio y del hogar.
(13)
Anatómicamente, la palabra himen guarda relación con la membrana de la virginidad
de la novia, cuya presencia es valorada en muchas culturas como signos de pureza,
enaltece el nombre de la familia y el honor de la novia. Sin embargo, en la Grecia
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antigua se solían utilizar algunos rituales con el fin de evitar el traumatismo durante su
primera relación coital, pues todas las niñas, en torno a los diez años, sufrían un ritual
de iniciación sexual en el santuario de Artemisa Brauronia, las niñas acudían vestidas de
color azafrán a la conocida como arketia o fiestas de la osa, en la que una sacerdotisa
vestida con piel de oso utilizaba un falo artificial, denominado olisbos, para romper el
himen de las iniciadas.
(14)
Las conductas sexuales, referida al número de parejas sexuales o la duración de las
relaciones establecidas para una sociedad, son identificadas igualmente con historias
desde la mitología. Se compara a los hombres como sátiros y las mujeres como ninfas,
con esto se relacionan cuando exceden las normas sociales.
Los sátiros, que en la mitología romana eran conocidos como faunos, se les
representaban como seres mitad hombre en su parte superior y mitad cabra en su parte
inferior y en la cabeza tenían cuernos, como los de las cabras. En ocasiones, eran los
acompañantes del Dios Pan. Se distingue un subgrupo, los silenos, que en lugar de
presentar rasgos de cabra tenían partes equinas, que incluye cola y orejas de caballo.
(15)
Los sátiros se caracterizaban por perseguir a las ninfas por el bosque y por sus
desenfrenados deseos sexuales.
Es conocido en psicología el término satiriasis, que hace referencia a hombres con un
apetito sexual anormalmente aumentado, también conocido como hipersexualidad
masculina. Para igual conducta de hipersexualidad, en el caso femenino se utiliza el
término ninfomanía.
Las ninfas, también conocidas como nereidas, eran consideradas divinidades secundarias
que están presentes tanto en la mitología romana como griega. Son espíritus de la
naturaleza, propios de determinado lugar. Nacidas como resultado de la fecundación de
la tierra producida por la sangre de Urano al ser castrado por su hijo Cronos, por tanto,
su origen y parentesco se remite al nacimiento de las erinias, los gigantes, los titanes y
Afrodita.
(14)
Se las representa como jóvenes mujeres de belleza excepcional que suelen
cantar y danzar alegremente en grupos cerca de lagos y ríos. Se dice que su cruce con
viajeros podía tener consecuencias para estos que incluía locura, estupidez o morir en
el acto. Se conoce varios tipos de ninfas: las de los fresnos o melíades, las más antiguas;
las náyades, que viven en las fuentes y las corrientes de agua; las nereidas, ninfas del
mar en calma; las oréades, que viven en las montañas; y en las florestas habitaban las
alseides.
(17)
Otras se hallaban vinculadas a un lugar especial, como un árbol, es el caso
de las hamadríadas.
(18)
En algunas literaturas son descritas como séquito de Dionisio
(Baco para los romanos), Artemisa cazadora o Venus.
Como se anticiut supra, el término ninfomanía se utiliza para referirse a la adicción
sexual femenina, es decir, con una conducta sexual no acorde con las normas sociales
en cuanto al número elevado parejas sexuales o a la poca estabilidad de las relaciones.
Por otro lado, se utiliza en término nínfulas cuando una niña o adolescente (entre 5 y
12 años de edad), que no ha alcanzado la edad de consentimiento sexual, resulta muy
atractiva sexualmente a los hombres mayores. En otras culturas también suele
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conocérseles como lolitas y son relacionadas en la actualidad con la pornografía infantil.
También se ha utilizado en el ámbito médico el término ninfa para referirse a labios
menores de la vulva u órgano genital externo de la mujer.
Las parafilias (del griego pará: al margen de y filia; amor), son patrones de
comportamiento sexual en el que la fuente predominante de placer no se encuentra en
la relación sexual, sino en alguna otra cosa o actividad que lo acompaña”.
(19)
Algunas
historias de la mitología se relacionan con conductas socialmente no acepadas o poco
frecuentes.
Así, por ejemplo, Hýpnos, equivalente griego de Somnus, era la personificación del
sueño.
(20)
Su palacio era una cueva oscura donde el sol nunca brillaba. A su entrada
crecían amapolas y otras plantas hipnóticas. Sus atributos incluyen un cuerno de opio
inductor de sueño, un tallo de amapola, una rama de la que gotea el rocío del río Lete
y una antorcha invertida. Somnus fue castigado por Zeus por haber revelado secretos a
los mortales a través de los sueños. Desde el siglo XIX, los psicoanalistas liderados por
Freud, les atribuyen a los sueños los deseos secretos de nuestro subconsciente.
(21)
Somnofilia, proviene de la unión de las palabras somnus, que significa sueño, y el
término filia, que significa atracción. Quienes la padecen sienten la necesidad de
mantener relaciones sexuales con una persona que se encuentre en estado somnoliento
o totalmente inconsciente y, en casos extremos, es posible que lleguen a utilizar alguna
droga o fármaco para inducir el sueño y lograr su deseo. Suelen utilizar estados
fisiológicos como la tumescencia peneal nocturna o erección espontánea del pene, así
como la erección del clítoris durante la fase REM (movimientos oculares rápidos) del
sueño. También se le conoce como síndrome de la Bella Durmiente.
(22)
Otro tipo de comportamientos sexuales son la atracción por personas mucho más
jóvenes, generalmente en edades pediátricas que, de mantenerse con marcada
predilección o en forma exclusiva, pudiera convertirse en parafilias. Los nombres e
historias de dioses sirven para nombrar algunas de ellas.
Hebe, era la personificación de la juventud, hija de Zeus y Hera. Era la ayudante de los
dioses, llenaba sus copas con néctar, ayudaba a Hera a enganchar los caballos a su carro
y bañaba y vestía a su hermano Ares. Además, tenía el poder de rejuvenecer a los
ancianos.
La hebefilia, término utilizado por primera vez en 1955 por los forenses Hammer y
Glueck, se define como el interés físico o sexual de los adultos y jóvenes en
pubescentes, es decir, en personas que se encuentran en la pubertad, al inicio la
adolescencia (adolescentes tempranos o primerizos, especialmente aquellos que
generalmente se encuentran entre los 11 y los 13 años de edad). Se diferencia de la
pedofilia, pues este último es el interés sexual en los prepúberes, es decir, entre los 8
y 12 años.
(23)
Efebo, palabra griega que significa adolescente, solía aplicarse en la Antigua Grecia, a
los varones desde los 15 a los 18 años, aunque en Atenas eran los varones de 18 a 20
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años, que eran instruidos en la efebeia, algo similar a servicio militar. La efebofilia,
término descrito por Magnus Hirschfeld en 1906, es la atracción homosexual por los
varones entre la pubertad y los 20 años (típicamente entre los 14-15 y los 19 años), la
consideraban una condición normal y no patológica.
Otras historias de dioses relacionadas con la conducta y líneas de pensamiento humano
son las relacionadas con las corrientes feministas. Medusa es considerada un ejemplo
de poder femenino.
Medusa, era el único mortal de Las Gorgonas (tres monstruos cuyos nombres eran
Esteno, Euriale y Medusa), además era la más bella de todas, tanto, que Poseidón, dios
de los mares, se enamoró de ella seduciéndola en el templo de Atenea, aunque algunos
autores hablan de violación.
(24)
Atenea castigó a Medusa, debido a su rivalidad con
Poseidón y a cierta envidia a su belleza, por lo que la convirtió en un monstruo sin alma,
con grandes colmillos, manos metálicas y ojos llenos de una luz capaz de petrificar a
todo aquel que los mirara, además sustituyó su melena por serpientes y fue relegada al
inframundo. Fue derrotada por Perseo, quien consiguió darle muerte gracias a unas
sandalias que le ayudaban a volar y permitieron que pudiera decapitarla mientras ella
dormía. De su cuello decapitado, salieron sus dos hijos, Pegaso y Crisaor, el gigante. Su
cabeza cortada se la quedó Atenea para usarla como escudo durante sus batallas, lo que
la hacía invencible. Perseo se quedó con la sangre, la cual podía ser un veneno mortal
pero también un brebaje que lo curaba todo.
(25)
En las corrientes feministas se considera
la Medusa como una representación del poder y sabiduría femenina. También se ha
tomado como una metáfora del poder del hombre sobre la mujer en alusión a su derrota
frente a Perseo.
El Dios Príapo se caracterizó por una desproporción del falo y su historia usada en la
medicina.
Príapo, dios de la fertilidad, la vegetación, protector de los rebaños, de las abejas, del
vino, de los productos del huerto y de la pesca. Cuenta la leyenda que Dionisio se
encontraba en una expedición en la India, mientras que Afrodita le era infiel con Adonis.
Hera, al ver el engaño que Afrodita le ocasionó a Dionisio, la castigó a través del fruto
de su relación extramarital. Príapo se representa con un con un falo de tamaño
desproporcionado, eternamente erecto, con un constante apetito sexual pero que no
podía reproducirse.
(26)
Las dimensiones del pene es un aspecto que ha sido objeto de discursos contradictorios
en diferentes culturas. Por ejemplo, en la Grecia antigua se representaba a los hombres
con penes pequeños, pues un pene grande se vinculaba a lo rústico, a un escaso control
de los impulsos y la incapacidad de actuar con moderación. Era motivo de burla entre
las clases altas y los artistas, por lo que se conocía a Príapo por el dios que fue maldecido
por los pecados de su madre. Ya en la cultura occidental es relacionado el tamaño del
falo con virilidad y masculinidad, el falo simbólico es el concepto de ser hombre. Se
deriva además es el término priapismo, reportado por primera vez por Mr. Callaway en
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1824 y se define como “una prolongada erección del pene mayor de 4 o 6 horas en
ausencia de estimulación sexual”.
(27)
Otras deidades se relacionan con la sexualidad y la orientación sexoerótica, más
específico con la homosexualidad. Es conocido el caso de Ganímedes, el más hermoso
de todos los nacidos de la raza humana, hijo de Ericthonius, considerado el más rico de
los mortales y el primero en aparejar cuatro caballos a una carroza. Era tal la belleza
del chico, que el padre de todos los dioses se enamoró de los muslos del joven troyano.
Un día se encontraba Ganímedes en el Monte Ida, perteneciente a la isla de Frigia (que
en la actualidad pertenece a Turquía), Zeus se convirtió en un águila poderosa y, según
Ovidio: no se dignó en transformarse en otra ave que no fuera la que podía llevar sus
rayos”, entonces bajó a la tierra y agarró con ternura al joven con sus garras y llevándolo
al Olimpo, lo nombró entonces servidor del vino, alto rango que hasta el momento
ocupaba Hebe. Cuando llenaba la copa de Zeus, su amante, se aseguraba de besarla
primero y darle media vuelta mientras la ponía en manos.
(28)
Más tarde Zeus ascendió a
Ganímedes al cielo como la constelación Acuario, que todavía hoy está relacionada con
Aquila, la del águila.
Es considerado Ganímedes como un símbolo de la mitología gay, del amor homosexual
en la poesía. En Atenas se solía ilustrar el mito en vasijas empleadas en los banquetes,
donde solo asistían hombres.
(29)
También se describe en la actividad gerencial el
síndrome de Ganímedes como actitud asumida por un administrativo que etiquetan a un
subordinado en una tarea solo por sus cualidades más resaltantes de cada persona, lo
cual limita y somete al empleado a desarrollar una tarea rutinaria, ignorado otras
potencialidades que agregan valor personal y profesional.
La ambigüedad de los genitales internos o externos, conocido por hermafroditismo, tuvo
varias explicaciones en la antigüedad, desde la mitología y los dioses, hasta la ofrecida
en el medioevo. Hermafrodito era hijo de Venus (Afrodita) y de Mercurio (Hermes), en
honor a los cuales recibió el nombre.
(30)
Un día, mientras caminaba en Halicarnaso,
Hermafrodito se bañó desnudo en un lago de agua cristalinas. Salmacis, la ninfa del lago
observó su cuerpo y sintió una atracción inmediata por el joven, pero este la rechazó,
por lo que se abrazó a él fuertemente, lo arrastró al fondo suplicándoles a los dioses
que nunca separaran sus cuerpos. Los dioses le concedieron su deseo y ambos cuerpos
se fusionaron para siempre en un solo. Hermafrodito, al ver en lo que se había
convertido su cuerpo suplicó a los dioses que todos los hombres que se bañaran en la
misma fuente salieran de ella como hombres a medias.
(31)
Según cuenta la mitología, su
ruego fue escuchado y los dioses vertieron en el agua cierto veneno que provoca que los
que se bañasen el lago corrieran la misma suerte que Hermafrodito. Desde entonces se
le reconoce como una deidad bisexuada que expresa la bipolaridad divina.
(32)
En la ciencia, hermafroditismo es el término con el cual se designa a los organismos que
poseen a la vez órganos reproductivos usualmente asociados a los dos sexos: macho y
hembra, pero el mismo ha empezado a reemplazarse, pues puede resultar engañoso,
insensible y confuso.
(33)
También se utiliza el término intersexual, pues sus cuerpos no
se ajustan a la norma cultural o médica del sistema de dos sexos y se plantea que
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representan los límites que la naturaleza ofrece a las categorías construidas de hombre
y mujer”.
(34)
En el medioevo existía una explicación un tanto compleja. La matriz femenina contaba
con tres cavidades (izquierda, derecha y centro) y la procreación se establecía de la
confrontación entre los espermatozoides del hombre y los óvulos de la mujer. Si
resultaban vencedor el material masculino, se alojarían en la cavidad derecha y como
producto nacería un varón de rasgos fuertes, pero si el aspecto femenino vencía y se
ubicaba en la misma cavidad (derecha) daría origen a un hombre afeminado. Para la
creación de una mujer, se debía depositar su material genético en la cavidad izquierda
y, si primaban los ovarios, daría como resultado una mujer delicada, pero si se imponía
los espermatozoides, el resultado sería mujer de rasgos fuertes. La tercera condición
era producto de que no dominara ni masculino ni femenino, con la ubicación en la
cavidad central del útero, lo que daba como producto final una persona hermafrodita.
(35)
Aunque también son descritas otras historias relacionadas con cambios de sexo, estos
eran señalados como castigos divinos, lo que hoy identificaríamos con la transexualidad.
El término fue introducido en la práctica médica por David Cauldwell en su obra
Psychopatia Transexualis, en 1849, aunque desde 1923 el sexólogo alemán Magnus
Hirschfeld ya describía formas de intersexo. Finalmente, este término lo popularizó
Harry Benjamin en 1970.
(36)
Un ejemplo es el mito de Tiresias, quien fue castigado a convertirse en mujer al matar
a la hembra de una pareja de serpientes que copulaban. Este mito estaría relación
también con cambios a su género original, con la diosa Castina y el reconocimiento del
alma femenina encerrada en cuerpos masculinos.
(30)
Otra historia es la referida al
emperador romano Heliogábalo quien solía asumir roles femeninos e, incluso, llea
solicitarle a sus médicos el cambio de sexo.
(37)
Conclusiones
La mitología y la sexualidad establecen puntos de coincidencia que se manifiesta desde
tiempos tan lejanos como la Grecia antigua. Entonces fueron tejidas múltiples historias
que con el transcurso del tiempo se trasformaron en mitos y utilizaron el arte como
mecanismo de perpetuación. En la actualidad, muchas de esas narraciones y deidades
son utilizadas para nombrar diferentes comportamientos y trastornos psicopatológicos,
con los cuales guardan relación simbólica.
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Conflicto de intereses
Los autores declaran que no tienen conflicto de intereses.